El etarra Iñaki Bilbao, ante el juez: "No reconozco a este tribunal fascista y opresor"

"No reconozco a este tribunal fascista y opresor". Esa ha sido la última lindeza que el etarra Iñaki Bilbao ha proferido en los tribunales de Justicia. Precisamente, se le juzgaba por haber amenazado el año pasado al magistrado Alfonso Guevara, al que dijo que le iba a "pegar siete tiros y a arrancar la piel a tiras" (vídeo). Todo ello, dando golpes al cristal blindado del juzgado y apuntando al magistrado como si su mano fuera una pistola.

A su vez, aquel juicio era por haber amenazado, años antes, al juez Baltasar Garzón. En aquella ocasión, ambos estaban en el despacho del magistrado, en el que éste le entregó unos documentos mientras le comunicaba que le iba a procesar. La respuesta de Bilbao fue romper los papeles, golpear la mesa y amenazar al juez. "Vas a acabar como Carrero Blanco", le dijo.

Pero estos tres casos no son los únicos. A lo largo de su larga vida penitenciaria ha amenazado a numerosos jueces de forma similar: Teresa Palacios o Fernando Andreu también saben lo que es ser amenazados por el terrorista.

Más de dos décadas en prisión

Nacido hace 50 años, la vida de Ignacio Javier Bilbao Goicoechea, alias 'Basur', es la de un hombre totalmente entregado a la banda terrorista ETA. Fue detenido por primera vez en 1983 por su pertenencia a un comando legal, entre otros cargos.

Le condenaron a 52 años de cárcel, pero sólo cumplió 17: en 1997, cuando era un recluso de la cárcel de Tenerife, propinó una paliza a un compañero que había colgado un crespón negro como signo de luto por la muerte de Miguel Ángel Blanco.

A pesar de ello, en el año 2000 salió en libertad entre otros presos etarras como una de las medidas adoptadas por el Gobierno de José María Aznar durante sus contactos con los terroristas. Pero sólo duró dos años en libertad.

Liberado gracias a los contactos del Gobierno Aznar con ETA

Tras su salida de la cárcel, se incorporó a ETA como miembro liberado. En 2002 mató a Juan Priede, edil socialista de Orio. Tenía 69 años. Las Fuerzas de Seguridad le detuvieron pocos días después en una operación contra el 'comando Donosti'.

Desde entonces está en la cárcel cumpliendo condena, ya no sólo por los crímenes cometidos, sino por las amenazas terroristas que profiere cada vez que pisa un juzgado.