Prometer es gratis...

¡Qué difícil es esto de cumplir promesas! Uno tiene tantas y tan buenas intenciones que, al final (para lamento de todos), la mayoría no pasan de eso: puro (auto)engaño. La realidad es otra bien distinta, pero como humanos que somos, nos encanta tropezar siempre en las mismas piedras. Aunque todos sabemos que de ilusiones hace tiempo que no se vive. Asumámoslo, Peinador seguirá siendo un aeropuerto de segunda, pues, a pesar de ser el que más crece de Galicia, es curiosamente el que menos dinerito recibe de toda la comunidad. Del AVE y su salida sur, mejor ni hablar: nunca ha sido más que un espejismo, al menos para el Estado, que es de donde sale la pasta. Lo mismo pasa con la biblioteca estatal, compromiso bandera de nuestro alcalde, quien parece estar buscando sitio para algo que no existe,ni existirá. Y así podríamos seguir casi hasta el infinito. Yo paro ya, porque la semana pasada prometí no quejarme más y así no hay quien cumpla una promesa.