Zaragoza

Fundación Telefónica presenta un proyecto tecnológico con Teresa Perales que aúna música y deporte

Teresa Perales, nadadora paralímpica española
EUROPA PRESS

El experimento, llamado sonificación, convierte los biorritmos de la nadadora en una pieza musical a través de sensores ubicados en su cuerpo, como ha explicado la Fundación. Estos miden variables como la cantidad de movimiento, la impulsividad, el ritmo cardíaco y la fluidez por lo que la melodía surge literalmente de los movimientos de Teresa dentro del medio acuático y que acompañará a la deportista en el desafío de batir el récord mundial en Río 2016.

El experimento se llevó a cabo en un plató con tecnología audiovisual y digital, un ordenador, varios sensores de visión externa y subacuática, dos cámaras y un equipo de 20 personas entre los que se encontraban miembros de producción, cámaras, técnicos de sonido y de iluminación, maquillaje, grafistas y coloristas que grabaron durante una jornada a Perales en la piscina.

El resultado fue la monitorización en tiempo real de un recorrido de 100 metros de nado de Perales, 169 brazadas, un plano secuencia de 2 minutos y un total de 84.750 datos, recogidos en dos lenguajes de programación, que la productora Zissou convirtió en una pieza audiovisual, y el compositor Pablo Palacio en música sintética.

Las variables registradas como la impulsividad, la cantidad de movimiento, el ritmo cardíaco o la fluidez llevan a la conclusión de que "el ritmo y la cadencia de nado de Perales son perfectos en cada brazada, cada movimiento es preciso y se repite a la perfección con muy poca oscilación a nivel visual", ha asegurado el compositor musical, Pablo Palacio.

Elaborar esta melodía es el último de los cuatro retos que Fundación Telefónica propuso a su embajadora dentro del plan de entrenamiento que le ha preparado en 2016. Con estos cuatro desafíos, que la alejaban de su zona de confort y la acercaban a disciplinas como el cine, el cómic o la gastronomía, Fundación Telefónica quería apoyarla en su meta de batir el récord mundial en septiembre de 2016 en Río y superar las 22 medallas olímpicas.