Internacional

La Unión Europea en la encrucijada

1. Retraso en la ampliación

Países como Turquía, Ucrania y Serbia todavía tienen que comenzar las conversaciones de acceso a la UE. Ahora lo tendrán más difícil. No obstante, Bulgaria y Rumanía no sufrirán retrasos a la hora de incorporarse en 2007, tal y como estaba fijado.

2. Debilidad monetaria de los candidatos

Aunque el euro no ha sufrido específicamente por el rechazo francés; las monedas de los países de la última ampliación sí se resentirán por este resultado. No habrá retrasos sin embargo en el proceso de adopción de la moneda única por parte de estos países.

3. Cambio en los equilibrios internos

Las tradicionales alianzas en el seno de la UE (el eje franco-alemán, y la coordinación entre Reino Unido e Italia) podría verse afectado por el resultado galo. Alemania ha ratificado la Constitución y su socio no. Es la primera decisión discordante entre ambos países desde el fin de la Segunda Guerra Mundial

4. El euro ante el primer envite

Los mercados de divisas ya habían descontado la respuesta popular gala y el movimiento del euro en Asia y Europa fue hoy casi imperceptible, salvo una muy leve baja del euro en las primeras horas de cotización.

Hacia las 09.30 horas GMT, la moneda única se cambiaba en Fráncfort a 1,2515 dólares, comparado con los 1,2535 dólares de la apertura.

De confirmarse también la negativa holandesa dentro de tres días, tal como adelantan las encuestas, la solidez de la zona euro sería sometida no obstante a una dura prueba, aunque nadie cuestione en serio la continuidad de un proyecto que afecta a 306 millones de europeos y al que se adherirán, en los próximos años, varios millones más de ciudadanos de los países de la ampliación comunitaria.

5. Pérdida de competitividad

Varios analistas económicos coinciden en que la incertidumbre que genera el rechazo francés repercutirá negativamente en los intereses de la Unión Europea en los mercados internacionales, sobre todo frente a potencias como Estados Unidos y China.

6. Pérdida de credibilidad

La imagen de la UE sale también perjudicada con la decisión gala, pues en el escenario mundial la Unión se muestra dividida, como un actor internacional sin unidad de criterio y sin un rumbo claro en las grandes cuestiones políticas.

7. Más lentitud en la toma de decisiones

Con la paralización de la entrada en vigor de la Constitución, continuará en vigor el Tratado de Niza, un instrumento político aprobado antes de la última ampliación y diseñado para repartir el poder entre 15 miembros y no entre los actuales 25. La toma de decisiones será ahora más lenta.

8. Efecto dominó

La decisión gala puede condicionar la de países como Holanda y el Reino Unido, quienes también someterán a referéndum la Constitución (el próximo miércoles y en julio de 2006, respectivamente), por lo que el proceso de ratificación podría quedar paralizado definitivamente.

Un anexo del tratado declaraba: “Si dos años después de la firma del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, cuatro quintos de los estados miembros lo han ratificado y uno o más estados miembros se han topado con dificultades en el proceso de la ratificación, la materia será referida al Consejo Europeo”

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