Los delitos de odio crecieron un 13% en 2015 a causa del racismo y la intolerancia ideológica

Ser agredido por hablar árabe en el metro o por manifestar tu identidad de género en público sin complejos sigue siendo una realidad diaria en España. Desde que existen datos oficiales, los delitos de odio no han hecho más que crecer. En 2015 las fuerzas de seguridad detectaron 1.324 delitos de esta índole -cuatro al día-, lo que supone un aumento del 13% respecto a los datos registrados en 2014, que a su vez eran un 9,3% mayores que los de 2013.

El racismo y la xenofobia son la principal causa de este tipo de delitos, según datos divulgados este miércoles por el ministerio de Interior. El año pasado se registraron 506 casos de delitos de odio relacionados con asuntos raciales -el 38% del total, un 6,5% más que en 2014-. Le siguen los delitos por motivo de ideología -categoría entendida por el ministerio como "las ideas fundamentales compartidas por un sector de la sociedad en materia política, cultura, deporte o moral"- con 308 casos, el 23% del total.

De este tipo de delitos, el 16,9% fueron dirigidos contra personas discapacitadas, el 12,7% fueron motivados por la intolerancia ante la identidad sexual de la víctima, el 5,3% fueron un ataque a las creencias religiosas, el 1,1% fueron por asuntos concernientes a la aporofobia -hostilidad ante el pobre- y el 0,7% se llevaron a cabo relación con el antisemitismo.

Especialmente reseñable es el descenso de los delitos homófobos, que pasan de suponer el 40% de los delitos de odio en 2014 a representar sólo el 12% del total decasos registrados.

Este año el ministerio de Interior ha incluido en su informa una nueva categoría de delitos que abarca aquellos relacionados con la discriminación por género y sexo. Esta categoría, explica el ministerio, incluye "toda conducta que entrañe injusta discriminación, trato vejatorio u otro hecho de relevancia penal sobre las víctimas pertenecientes a un determinado género, con base en una motivación de desigualdad". En todo 2015 el ministerio del Interior sólo registró 24 delitos por discriminación de género y sexo.

El 18% de estos delitos (240) acabaron con lesiones para las personas que los sufrieron. También se  reportó que las amenazas están presentes en el 15,5% de los casos. Les siguen las injurias con un 8,5%, los actos racistas y de violencia en el deporte 6,6% y los daños con un 6,5%. También se registraron 58 casos de abuso sexual -4,4% del total de delitos-. Además constan, vejaciones leves en el 3,7% de los casos y delitos contra la Constitución en el 2,9%.

El total de víctimas fue de 1.157 personas. De ellas, la distribución por género es la siguiente: el 60% (698) eran hombres mientras que el 40% restante (459) eran mujeres. Algo más del 10% de las víctimas eran menores de edad, lo que supone una mejoría respecto al año 2014, cuándo eran un 25% del total.

Además, identificó a 60 menores como autores de delitos de odio. "Esto nos indica que hemos de estar alerta en todos los ámbitos, pero especialmente en el educativo", ha apuntado al respecto el ministro de Interior Jorge Fernández Díaz durante la presentación del informe.

El titular de Interior ha ofrecido un balance de estos delitos por segundo año consecutivo y ha dicho que el objetivo de difundir estos balances es concienciar a la sociedad para erradicar esas prácticas y sacar del "agujero negro del anonimato a las víctimas". Fernández Díaz ha querido animar a las víctimas a denunciar cuando sean objeto de estos delitos y ha subrayado las medidas llevadas a cabo por su departamento para formar a los agentes de la Policía y de la Guardia Civil en esta materia.

"El peso cuantitativo de esta criminalidad puede considerarse bajo en el contexto de la criminalidad general, pero su naturaleza es tal que una sociedad civilizada y democrática no puede convivir pasivamente con este tipo de conductas", ha destacado el ministro, para incidir en la necesidad de que esta realidad aflore y sus víctimas se decidan a denunciar.