Vizcaya

Las corrientes obligan a rescatar a 40 bañistas en tan sólo un mes

Tres mujeres pasean por la orilla de la playa de Ereaga, en Getxo. Al fondo, los socorristas vigilan. (B. Hernández).
Las corrientes marinas han comenzado a tomar protagonismo en las playas vizcaínas. En el mes que llevamos de temporada de baño, los socorristas han tenido que rescatar a 40 personas en el agua, entre los que han sido arrastrados por la corriente y los que han agotado sus fuerzas para regresar a la orilla después de nadar. «Hay gente que no mide sus posibilidades antes de lanzarse a nadar», explica Koldo Larrazabal coordinador de playas de la Cruz Roja. Para evitar posibles accidentes, los socorristas recomiendan a los bañistas «que no se alejen y que naden en paralelo a la orilla».

Pero los rescates no han sido lo único en lo que los 145 vigilantes de los 21 arenales de Vizcaya han dedicado su tiempo desde que se inició la temporada, el pasado 9 de junio. En este tiempo han tenido que atender 1.576 incidencias.

Son un 50% menos que el año pasado, pero esta reducción tiene una clara explicación: la climatología. «Sólo hemos tenido cuatro días buenos, por lo que el número de bañistas ha sido casi insignificante», comenta Larrazabal.

La mayoría de ellas (59%) se han debido a cortes, aunque las caídas, las picaduras de salvarios, medusas e insectos y el sol han dado bastante trabajo también a los jóvenes del bañador rojo y camiseta naranja.

Multas con bandera roja

Ibarrangelu y Bakio son los únicos que decidieron multar a aquellos que se bañen cuando ondea la bandera roja, y nadie ha seguido su ejemplo. Al menos hasta ahora. Aunque algún ayuntamiento insinuó que podría copiar la medida. En esos dos municipios, las sanciones oscilan entre los 120 y los 450 euros. El objetivo no es sólo salvar la vida de los bañistas, sino también la de los propios socorristas que tienen que arriesgarse en los rescates. También sancionan la práctica de juegos deportivos en marea alta, la apertura de sombrillas en días de viento o utilizar jabón en las duchas.