Asturias

Investigadores de la Universidad de Oviedo evalúan el impacto del cambio climático en el cultivo del maíz

Investigadores de la Universidad de Oviedo evalúan el impacto del cambio climático en el cultivo del maíz, apuntando que la subida de la temperatura afecta al rendimiento de las cosechas por lo que buscan nuevos modelos que optimicen la producción.

El estudio, en el que toma parte la Universidad de Oviedo, desarrolla ensayos en parcelas ubicadas en Asturias, Madrid y Córdoba para recoger información de campo e invernadero, según indican desde de la institución académica asturiana en nota de prensa.

La Universidad de Oviedo participa en este proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, para determinar el impacto que el cambio climático tiene en la producción de maíz, uno de los cultivos de verano más destacado a nivel mundial.

El profesor José Alberto Oliveira, investigador del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas, trabaja junto a científicos de otros centros españoles para adaptar los modelos de producción clásicos del maíz a la nueva realidad climática y tratar de optimizar la productividad.

El equipo de expertos, liderado desde la Universidad Politécnica de Madrid, desarrolla diferentes ensayos en parcelas de cultivo situadas en Asturias, Madrid y Córdoba en los que se recopilan parámetros como el clima, las características del suelo, datos agronómicos, las fechas de siembra o la floración. Toda esta información permitirá elaborar modelos que definan qué variedades son las más adecuadas para plantar en cada lugar, en qué fechas y cuál es el manejo óptimo del cultivo.

Según señalan desde la Universidad, Asturias está considerada como un territorio idóneo para cosechar maíz. Así, los resultados preliminares de los ensayos llevados a cabo en la parcela de cultivo ubicada en Carreño demuestran "que las fechas más tempranas de siembra, en torno a mediados de mayo, son más productivas porque las plantas florecen en un momento en el que no les afectan tanto las olas de calor".

"Comprobamos que si retrasas la siembra las altas temperaturas de verano pueden coincidir con la floración (finales de julio-principios de agosto) y eso repercute negativamente sobre el rendimiento", explica el profesor Oliveira.

Los modelos de simulación del crecimiento del maíz utilizados habitualmente no tienen en cuenta los efectos de las altas temperaturas en la polinización. Con los datos agronómicos de campo e invernadero y los parámetros climáticos de las tres localidades, los investigadores desarrollarán nuevos algoritmos de temperatura en los modelos de simulación de rendimientos de maíz, con el propósito de mejorar las previsiones en las producciones de este cultivo en España.