Artes

El MoMA recobra la obra artística absurda de entre 1960 y 1971 de la todavía desconocida Yoko Ono

Foto de Yoko Ono en su primera exposición, en la Galería AG de Nueva York en 1961
The Museum of Modern Art, New York. The Gilbert and Lila Silverman Fluxus Collection Gift, 2008.© 2014 George Maciunas

En 1960 Yoko Ono tenía 27 años —había nacido en Tokio en febrero de 1933— y daba bandazos sin saber qué hacer con su vida. Tras una niñez atribulada, marcada por la II Guerra Mundial en Japón y, al parecer (ella siempre ha velado amplias fases y sucesos de la época), con necesidad de mendigar comida y un periodo de internamiento en un campo de prisioneros, vivía en Nueva York y quería ser artista.

Como no tenía claro cómo conseguirlo porque no era demasiado dotada en las disciplinas académicas —los estudios en una escuela de arte habían sido un desastre—, decidió enfilar el camino cómodo del escándalo y el conceptualismo que vampirizaba el absurdo dadaísta de principios del siglo XX. Enrolada como una creadora de segunda división en el grupo Fluxus, que preconizaba el "arte-diversión", los "temas triviales" y convertía en lema la ausencia de técnicas o las aspiraciones de trascendencia, se dispuso a escandalizar a la burguesía liberal, una forma cómoda y nada arriesgada para ser creativa.

Primera exposición del MoMA sobre Ono

El MoMA (Museo de Arte Moderno) de Nueva York recobra la primera década como artista —el término sigue siendo de aplicación discutible en este caso— de la viuda de John Lennon, el beatle al que conocería en 1965, con el que se casó cuatro años más tarde y de quien se convirtió en milmillonaria heredera cuando el músico fue asesinado por un fan en 1980. Yoko Ono: One Woman Show, 1960–1971 (Yoko Ono: Show en solitario de una mujer, 1960-1971) se expone en el templo de la modernidad entre el 17 de mayo y el 7 de septiembre. Es la primera vez que la pinacoteca organiza una exposición de Ono en solitario.

Dada la presencia mediática y el calado público del personaje, que la han convertido en intocable, es difícil juzgar con objetividad los tanteos creativos iniciales de Ono, pero no se falta a la verdad si les aplicamos los adjetivos torpes, naíf y cutres. Como justificación, un ejemplo que recuerdan desde el museo: en 1971 la artista anunció por su cuenta una exposición ficticia y puso a alguien a repartir panfletos ante la sede de la pinacoteca neoyorquina. La muestra, como en una broma de adolescentes con simplonas pretensiones de irreverencia, se titulaba Museum of Modern [F]art (Museo del Pedo Moderno, jugando con añadir una letra efe al inglés art, arte, para convertir la palabra en fart, ventosidad anal).

Pecados 'juveniles' perdonados

Adorada ahora por el museo, que, desde luego, perdona aquellos pecados no tan juveniles (en 1971 la ya señora Ono Lennon tenía 44 años) de una de las vecinas más vip de la ciudad del Hudson —a quien se atribuye una fortuna declarada de 500 millones de dólares—, la exposición del MoMA, la primera integral dedicada a la artista, tiene pretensiones completistas.

Organizada cronológicamente, reúne 125 de sus obras iniciales entre objetos, piezas en papel, instalciones, performances, grabaciones sonoras y películas, entre ellas la famosa Fly (Vuelo, 1970), donde una mosca recorre el cuerpo desnudo de una mujer mientras Ono gime y grita en su peculiar e irritante modo de cantar. La viuda de Lennon participará personalmente con una lectura escenificada en directo y se anuncian también charlas y conferencias sobre sus actividades como activista por la paz.

'Enciende una cerrilla...'

Algunos de los trabajos invitan a la interacción del público, como Painting to Be Stepped On (Pintura para ser pisada, 1960-1961) y Bag Piece (Pieza-bolsa, 1964), una acción con la artista escondida tras una tela. Estos primeros trabajos, en los que daba instrucciones verbales o escritas al público para que participase, son definidas por el MoMA como "poéticos, humorísticos, inclasificables e idealistas". Una de las obras más antiguas, Lighting Piece (Pieza de luz), compuesta en 1955 y reutilizada en cortometrajes posteriores, simplemente ofrece al espectador una recomendación: "Enciende una cerilla y contempla como se consume".

Estos primeros tanteos, entre los que están incluidos los trabajos de Ono en su apartamento-estudio de la calle Chambers donde montó una especie de factoría a la que invitaba a trabajar a otros artistas, anticiparon obras posteriores como Grapefruit (Pomelo, 1964), un libro de instrucciones sólido y en blanco; Half-A-Room (La mitad de una habitación, 1967), una instalación con objetos domésticos seccionados transversalmente, y Apple (Manzana, 1966), una solitaria pieza de fruta en un pedestal de plexiglás, que fue la inspiración de los Beatles para el nombre y el logotipo de su compañía de producción y gestión artística Apple, fundada por el grupo en 1968.

'Cosas de las que no se habla'

"Es una gran idea, hagámoslo, si nadie se da cuenta no pasa nada. Llevo 40 años haciendo constantemente cosas de las que no se habla", dijo Yoko Ono a los comisarios de la exposición, revelaron estos durante la presentación a la prensa del show, informa Efe. Durante el acto, Ono, que tiene 82 años, bailó con sus obras, siguió abogando por la paz en el mundo y leyó el relato Uncovered sobre "las pequeñas obras que marcan el cambio en el mundo".

Pero, sobre todo, disfrutó un momento que llevaba décadas esperando: el "mea culpa" de un gran museo como el MoMA por haberla ninguneado. "No ha sido reconocida como debería. Como institución no hemos prestado atención a su trabajo como hubiésemos debido en el pasado. Era el momento de entender mejor su singularidad y su contribución clave en los 60 y 70", aseguró a Efe el comisario de la exposición, Christophe Cherix. "Lo que hacemos quizá no es reconocido por la gente, no todo lo que haces es entendido. Pero un día florecerá", fue la respuesta de Ono.

Colaboraciones con Lennon

Las colaboraciones con Lennon también están presentes, desde Bed-In (1969), cuando ambos se encamaron en un hotel para reclamar la paz en el mundo, y el cartel inaugural de la campaña WAR IS OVER! if you want it (¡LA GUERRA SE HA ACABADO!, si tú quieres, 1969). "Soy feliz de haber podido hacer mi carrera en solitario y también a su lado. No decir: esto es de John, así que no quiero saber nada. Estábamos juntos y no había división", recordó, sin mencionar, como es habitual en ella, las graves desvenencias de la pareja.

"Yoko Ono es muy conocida hoy, pero el día que conoció a John Lennon ya tenía una década de trabajo muy respetado en Tokio, Londres y Nueva York. Eso es lo que recorre la exposición. Todo lo que hoy hace conocida a Yoko Ono, la manera en que interactúa con la gente, el uso de los medios sociales, tiene sus raíces en estas obras", insistió Cherix.