Kehinde Wiley, modelos negros en cuadros de estilo europeo
- El pintor estadounidense, nacido en 1977, elige a sus modelos en la calle, los invita a elegir una obra de arte y a posar según la pieza por la que hayan optado.
- La reinterpretación busca llevar a los afroamericanos al terreno artístico europeo, donde la ausencia de negros es palmaria a lo largo de toda la historia.
- Wiley da sus modelos la posibilidad de imitar a dioses clásicos, santos o aristócratas, pero los representa con atuendos asociados a la cultura del hip-hop.
Kehinde Wiley (Los Ángeles - EE UU, 1977) elige a sus modelos por la calle: son desconocidos hasta que posan para él. Los invita al estudio y allí, de los libros de arte que el artista tiene en su biblioteca personal, les pide que escojan una pintura o una escultura —puede ser un retrato de Napoleón Bonaparte, una imagen de San Antonio de Padua o una Venus que Ingres pintó a mediados del siglo XIX—.
La elección es importante, porque los modelos deben imitar después, al posar para el pintor, la postura y la actitud de la obra, reinterpretarla en el siglo XXI. Los retratados son —al igual que el artista— afroamericanos, y evocar con ellos el arte clásico europeo pone de relieve la ausencia de hombres y mujeres negros en la narrativa histórica y cultural del viejo continente.
'Una nueva república'
Hasta el 24 de mayo, el Brooklyn Museum de Nueva York expone Kehinde Wiley: A New Republic (Kehinde Wiley: una nueva república), la primera retrospectiva de la obra del prolífico autor. La muestra presenta a lo largo de 60 pinturas y esculturas la trayectoria de uno de los artistas mejor considerados de su generación. De 37 años e hijo de afroamericana y nigeriano, tiene a pesar de su juventud una sólida carrera de 14 años a sus espaldas.
Dando la opción a sus invitados para elegir pose e imitar la actitud de dioses de la mitología clásica, santos o aristócratas, les da control y confianza a la hora de ser retratados. En busca de miradas valientes, desde 2006 también busca a modelos en otros países como Brasil, Jamaica, Haití o la India para su serie World Stage (Escenario mundial), de la que se exhibe una selección en la pinacoteca.
Vegetación y rococó
En sus trabajos crea sugerentes contrastes no sólo por el trasfondo clásico de las piezas. Presenta a sus modelos con zapatillas, sudaderas con capucha y gorras de visera (prendas asociadas a la cultura del hip-hop) y los sitúa en fondos alegres y ornamentados, con motivos florales a veces cercanos a la exuberancia natural de la vegetación y otras veces más parecidos a elaborados tapices europeos de estilo rococó.
"Andy Warhol dijo que todos tendríamos nuestros 15 minutos de fama. Que le den a los 15 minutos. Te voy a poner en una pintura y te haré vivir para siempre", declaró en una entrevista reciente.
Dar la vuelta a la tradición
Casi siempre ataviado con trajes estampados tan llamativos como esos fondos recargados, Wiley, a quien el diario The New York Times califica al autor como "uno de los más admirados artistas de su generación", se muestra siempre seguro de sí mismo y en cada trabajo su objetivo es darle la vuelta a la tradición pictórica de los grandes maestros, venerando su técnica pero llevando a un primer plano a mujeres y hombres negros, presentes en contadas ocasiones como esclavos o criados.