Los proyectos chiflados de James Cameron

Después de que sus detractores le hayan acusado innumerables veces de convertir el cine en un circo, James Cameron ha decidido darles la razón. El director de Terminator, Titanic y Avatar se ha aliado con su colega Andrew Adamson (Shrek 2) para rodar los espectáculos del Cirque du Soleil, la famosísima compañía circense con base en Montreal.

"Hay un mundo más allá de la imaginación, donde el amor es ley y todos los anhelos de tu corazón son hermosamente reales": aunque parezca un tratamiento de guión de Avatar 2, es la sinopsis de la película, aún sin título, que Cameron y Adamson dirigen actualmente en Nueva Zelanda. El filme, por supuesto, se estrenará en 3D, y alternará segmentos narrativos con imágenes de la troupe en acción. ¿Una locura? A nosotros no nos lo parece, dada la capacidad cameroniana de convertir cualquier tema en una rentable fuente de beneficios. Si no te lo crees, échale un ojo a esta lista donde repasamos los proyectos más delirantes del director. Tras esta sarta de locuras, escaparse de Hollywood para unirse a un circo resulta una opción de lo más natural.

Rodar en el fondo del Atlántico

Durante el rodaje de Abyss (1989), Cameron descubrió que el equipo disponible por entonces no le permitiría rodar en las regiones abisales. ¿La solución? Sencilla: construir un lago artificial de 12 metros de profundidad. Desde entonces, Cameron le cogió gustillo a eso de sumergirse y, tras ganar dinero a espuertas con Titanic, se dedicó a emular a Jacques Cousteau rodando documentales submarinos: Expedition: Bismarck (2002) fue su primer buceo, seguido al año siguiente por Ghosts of the Titanic. Tras estrenar este segundo filme (al que seguiría, en 2005, Aliens of the Deep) Cameron declaró: "Todo lo que ruede a partir de ahora será en 3D". Y cumplió su palabra.

Encontrar la tumba de Jesucristo

No sabemos de qué pie teológico calza nuestro hombre, pero si nos atenemos a sus palabras, Cameron posee pruebas científicas de que el Mesías cristiano no resucitó. Tras producirle a su amigo el director Simcha Jacobovici el documental The Exodus Decoded, sobre las peripecias de Moisés y compañía por el desierto, el canadiense quedó tan deslumbrado por la cosa bíblica que se lanzó al rodaje de The Lost Tomb of Jesus. El documental, dirigido de nuevo por Jacobovici y emitido por Discovery Channel, afirmaba (entre otras cosas) que el profeta tuvo hijos y que fue enterrado junto a su esposa (María Magdalena, cómo no) en un sepulcro de Jerusalén.

Rodar en Marte

Miembro del consejo asesor de la NASA desde 2003 (confiesa que llora cuando ve despegar un cohete), Cameron es uno de los cerebros pensantes de la próxima expedición espacial que, en 2011, llevará al Planeta Rojo la sonda Curiosity... Con un equipo de rodaje 3D instalado a bordo. Y esto no es todo, porque como buen friki de la ciencia-ficción, el canadiense ha confesado que no parará hasta que la agencia espacial estadounidense autorice una misión tripulada: "Los científicos van a responder a muchas preguntas importantes acerca de la habitabilidad pasada y potencialmente futura de Marte", explica. No nos extrañemos mucho si, cuando llegue ese momento, nuestro héroe está financiando proyectos de investigación genética en plan Avatar.

Salvar el Amazonas

Algo que no puede discutirse sobre James Cameron es que su activismo ecologista parece sincero. No lo decimos sólo por el mensage New Age de algunos de sus filmes, sino también por su haber estado en la comisión sobre la marea negra que asola el Golfo de México (abandonó, tras echar pestes de la industria petrolera) y por su más reciente proyecto: rodar un documental sobre la vida de una tribu amazónica... En 3D. La comunidad responde al nombre de Xirin-Kayapo, y actualmente está amenazada por un proyecto hidroeléctrico del gobierno brasileño. "Ya he rodado un filme con una historia similar", explica Cameron. Se refiere a Avatar, claro.