Libros

'Coloreitor': la cultura antiestrés de colorear para adultos llega a España de la mano de Forges

'Coloreitor', libro para colorear de Forges
ESPASA

¿Qué será mejor: colorear o ver la tele? Hablamos, sí, de adultos. Adultos que vuelven a la infancia aunque no sea ésa la meta a través de libros para colorear creados para ellos. Lápices y páginas enteras para relajarse y concentrarse, o eso, al menos, es lo que aseguran expertos en la mente como el psiquiatra Luis Rojas Marcos: "Es un remedio novedoso y muy eficaz contra el estrés".

Forges lo tiene claro (la respuesta: ¿tele o 'coloreitor'?); de hecho él, mientras habla con 20 Minutos, está dibujando. En su caso parece lo normal, incluso lo esperado. Ahora bien, ¿de verdad cree que esto de que los adultos coloreen tendrá éxito en España por mucho que lo haya tenido en Europa? Es más: ¿lo practicaría si no fuera dibujante? "Yo lo haría sin dudar. Lleva a la quietud y al orden, porque para el color hace falta un orden mental".

En Francia desde luego ha triunfado: cinco libros de colorear destinados a los adultos figuran en la lista de los 15 más vendidos, en Reino Unido el fenómeno está más que asentado y Estados Unidos no se está quedando atrás.

Aquí el asunto llega después, respaldado por lo que ya es tendencia, y de la mano de un nombre de referencia: Forges. Su libro: Coloreitor (Espasa), pionero en nuestro país, y que no sólo da para colorear, también, cómo no, para reír. "Quien no quiera colorear, puede quedarse con la parte del humor", dice el dibujante.

"Colorear es importantísimo", afirma Forges, que añade, con su habitual humor: "Hay una página en mi libro con insultos al jefe que puedes colorear mientras hablas con él por teléfono". Mientras hablas por teléfono o ves la tele o simplemente dejas de dar vueltas a la cabeza, porque a fin de cuentas de lo que se trata es de parar, detenerse un momento. A toda velocidad no hay quien pueda mirarse.

Refuerza, avala y completa el poder terapéutico del tema el prólogo del psiquiatra Rojas Marcos, para quien están claros los beneficios. Es desestresante, relajante y favorece la concentración. "El efecto antiestrés de colorear se basa en varios factores", explica Rojas-Marcos. "En primer lugar, requiere prestar atención y coordinar las habilidades motoras de la mano con la selección de los colores y la percepción de los dibujos que coloreamos. Aunque colorear un par de horas no elimine todos los problemas que nos preocupan, sí nos aparta y nos alivia del estrés que nos abruma".

Aún hay más, cuenta el psiquiatra: "Colorear también estimula la fantasía y pone en acción nuestra capacidad para percibir y responder emocionalmente a estímulos visuales [...] Colorear nos ayuda a expresar nuestros sentimientos".

"Dale un lápiz a un niño: verás qué tranquilizador es para el niño, los padres, los abuelos...", bromea Forges, aunque la broma sirve para ilustrar el poder que quienes saben de esto defienden.

El de Forges es de humor, pero en el amplio abanico de libros que en Europa se venden (y se venden mucho), hay todo tipo de temas: jardines, grafitis, mandalas, moda, ropa, cine... Tan lejos ha llegado que la gente ya no se conforma con plantillas o pequeños formatos, están empezando a demandar carteles.

En Pinterest hay tantas plantillas para colorear que uno se hace consciente del alcance. Los 'coloreadores' adultos presumen de 'coloreo' en Facebook, Instagram o en sus blogs.

"Es una apuesta fuerte por nuestra parte", comenta Ana Lafuente, editora de Coloreitor, tras haber comprobado lo arrollador del asunto en Europa.

"Muchos compañeros lo tienen en la mesa y los ves hablando y coloreando a la vez", cuenta la editora. "Creo que será un éxito. Además, sabemos por psiquiatras que publican con nosotros que es una buena herramienta para el estrés. Estamos convencidos de que funcionará."

¿Ellos también colorean?

¿Los hombres también colorean? Porque según la editora de la editorial francesa Hachette Pratique, Anne Le Meur, la que más vende, son las mujeres, de toda edad y condición, las que más practican esta ¿terapia?, ¿afición?, ¿técnica desestresante?, ¿entretenimiento?

"Es que la mujer es más inteligente, el hombre es una mujer imperfecta", responde Forges. "El humor es un sistema femenino de defensa del ser humano".

El dibujante, que está además de aniversario: 50 años en la profesión, ilustra sus palabras y no con dibujos: "Cuando vienen mujeres a que les firme me dicen: 'Me he reído muchísimo, fírmemelo, por favor'. Cuando vienen hombres, dicen: 'Es para Rosa o Ana o quien sea, pero mujer'. Y muy serios, dando a entender que ellos no leen este tipo de cosas".

Ya hasta tiene etiqueta el 'coloreitor' que Forges da salida en España: Arteterapia. ¿Excesivo? "A mí es que las denominaciones... Que pudiéndose llamar listófono el Smartphone lo llamemos Smartphone... Hay palabras que dan miedo".

Sin embargo los expertos defienden su alto poder terapéutico: incluso en los hospitales se emplea. Es comparable a la meditación, defienden algunos. El caso es que efectivamente colorear centra la atención y eso proporciona distancia, algo que necesitamos en este momento hiperconetacto y tan veloz que asusta.

Desestresante o divertido o entretenido, sea cual sea el motivo por el que engancha, la realidad habla: "Se venden como pan caliente. Hicimos una prueba en junio de 2012 con el libro 100 coloreos anti-estrés, adquirido a un editor británico y el éxito fue inmediato", ha contado en alguna ocasión la editora de Hachette Pratique. De ahí a todos los formatos, temas y maneras de libros para colorear que ofrecen no ha habido más que dar un pequeño paso, el público los aceptó desde el primer momento.

Además de haber colado cinco libros entre los más vendidos en Francia, las ventas de la colección francesa de diez volúmenes de Arte-Terapia es de más de 300.000. Y el fenómeno se extiende: China, Corea, Rusia han comprado los derechos de algunos de estos libros.

"A Forges le gustó la idea desde el principio", cuenta Lafuente, algo que conforma el propio dibujante: "No me sorprendió nada, en Francia se lleva haciendo tiempo". Una sorpresa que otros ilustradores, como Sophie Leblanc o Jérôme Meyer-Bisch, tampoco muestran ya, aunque sí al principio cuando se les pedían libros de estas características.

Otro ejemplo de éxito: Jardín secreto. Cuaderno para colorear a la búsqueda del tesoro anti-estrés, de Johanna Basford, que vendió 44.000 ejemplares. "Y vender 50.000 ejemplares ahora es muy complicado", apunta Forges.

El dibujante ha dejado además una gran huella en el Metro con motivo de este libro, que durante unas semanas podrá verse en la estación madrileña de metro Las Rosas. Si no es por el 'coloreitor', será por el humor. La apuesta viene con fuerza. Además, para los más escépticos:  ¿creían ellos hace unos años que el ganchillo sería tendencia en pleno siglo XXI?