Entre ellas, el retraso en la edad de la maternidad es la principal causa del problema. A partir de los 35 años la fertilidad cae en torno a un 50%, ya que el funcionamiento del ovario se ralentiza. En los hombres, factores como el estrés, la mala alimentación, el tabaco y el alcohol han rebajado considerablemente la calidad del esperma.
Las técnicas de reproducción asistida permiten solucionar el problema en, aproximadamente, un 70% de los casos, pero muchas parejas no acuden a ellas por desconfianza, por la imagen fría que se tiene de esta técnica o por la situación económica. El Parlamento Europeo ha instado a los Estados miembros a tomar cartas en el asunto.
Un tratamiento lento y caro
Las listas de espera para acceder a un tratamiento de reproducción asistida en un centro público pueden ser de hasta dos años, demasiado tiempo para mujeres que ya tengan más de 35 años. Además, el diagnóstico ginecológico de la causa de la infertilidad es, en la mayoría de las ocasiones, demasiado lento. En los centros privados, engendrar a un hijo puede costar entre 3.000 y 6.000 euros.
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