Más escoltas en el País Vasco y Navarra por culpa de la lista negra del ‘comando Donosti’
- Ya hay unos 4.000 miembros de seguridad protegiendo a posibles objetivos etarras.
- El servicio costará más de 168 millones de euros este año.
La lista negra que el comando Donosti de ETA tenía en su poder y que, como ya publicó 20 minutos, estaba compuesta por un centenar de nombres de políticos, intelectuales, policías, guardias civiles, ertzainas, jueces y algún que otro periodista, ha desatado todas las alarmas y ha obligado a incrementar los servicios de escolta en el País Vasco y Navarra.
"Cuando la banda terrorista anunció la tregua en marzo de 2006, algunos concejales, sobre todo socialistas, renunciaron a su escolta. Con la bomba de Barajas en diciembre muchos retomaron los servicios de protección, y tras la desarticulación del comando Donosti, se han vuelto a incrementar ligeramente nuestros servicios", explica a 20 minutos Vicente de la Cruz, presidente de la Asociación Española de Escoltas (ASES).
Aunque los Gobiernos central y vasco se niegan a facilitar
Para velar por su seguridad están 3.000 escoltas privados, 500 ertzainas y otros 500 guardias civiles y policías nacionales.
Un riesgo en aumento
"Siempre estamos en alerta, pero ahora más, ya que el plazo para que Batasuna se pueda presentar a las elecciones se agota, y si no acuden a las elecciones, el riesgo de atentado es casi seguro", explica De la Cruz. Este plazo legal termina el 25 de abril.
La amenaza de ETA costará este año a las arcas públicas
Fuentes policiales prevén que si Batasuna no acude a las elecciones, ETA golpee de dos maneras: contra instalaciones turísticas en la costa levantina o contra cargos políticos. Como ya publicó este diario la semana pasada, ETA podría tener ya dos comandos, El Levante y El Itinerante, en la costa levantina.
La Ertzaintza se ve en la diana
La Policía autonómica vasca también se ve como objetivo prioritario de ETA. La amenaza que la banda terrorista hizo pública hace unos días en el diario Gara ("La Ertzaintza va a la caza del ciudadano vasco como si fueran perros rabiosos. Este pueblo ni merece ni necesita una Policía así"), han obligado a la Ertzaintza a aumentar la vigilancia. Además, el comando Donosti tenía un piso franco al lado de la comisaría de Ondarreta con información de dos de sus agentes.