Una investigación revela que hay fraude en un tercio de las etiquetas de bonito del norte
- Realizada por investigadores de la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
- Al menos un 32,5% de las muestras de bonito del norte analizadas estaban incorrectamente etiquetadas y no correspondían a esta especie.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad CEU San Pablo de Madrid señala que al menos un 32,5% de las muestras de bonito del norte analizadas estaban incorrectamente etiquetadas y no correspondían a esta especie, y que en todos los casos se trataba de piezas congeladas.
El trabajo de los investigadores, liderados por la profesora del departamento de Ciencias Farmacéuticas y de la Salud Esther Carrera, se realizó con el objetivo determinar el posible fraude por sustitución del bonito del norte o atún blanco -thunnus alalunga- con especies de menor valor comercial.
Estas especies son el rabil -thunnus albacares-, la bacoreta -euthynnus alletteratus-, la melva -auxis rochei-, el listado -katsuwonus pelamis-, el patudo -thunnus obesus- o el bonito -sarda sarda-. Para ello, se analizaron cuarenta muestras fileteadas -veinte frescas y veinte congeladas-, todas ellas marcadas y vendidas como bonito del norte.
El equipo investigador, en el que participaron profesores de otras universidades -Universidad Complutense de Madrid-, empleó la técnica inmunoenzimática conocida como ELISA, uno de los métodos alternativos a los ensayos de ADN más efectivos para autentificar especies.
Según explica la Universidad CEU San Pablo en un comunicado, el equipo procedió a identificar el bonito del norte y a diferenciarlo de otras especies de escómbridos de menor valor comercial a través de la obtención de anticuerpos policlonales. En el 32,5% de los casos analizados, los anticuerpos obtenidos en el estudio frente a la especie bonito del norte no mostraron reactividad, lo que demuestra que las muestras no se correspondían con lo expuesto en el etiquetado.
En el caso del resto de piezas -67,5%-, el estudio apunta que estas deberían ser sometidas a un análisis de ADN posterior para diferenciar entre el bonito del norte y el rabil, ya que los anticuerpos obtenidos no diferenciaron estas dos especies. Según los responsables del estudio, los resultados demuestran que, a pesar de las nuevas normas comunitarias, siguen existiendo casos de fraude por mal etiquetado que son un "engaño" al consumidor y un "descrédito" de muchos fabricantes.