Las empresas se quitan de las manos a los alumnos de Ingenieros

El director general del departamento técnico del grupo Afer, Javier Elósegui, corrobora las palabras del alumno. «Sólo en este último trimestre hemos fichado a 60 ingenieros», cuenta. Él evita esperar a que los jóvenes acaben la carrera. «Luego los plazos se dilatan, hay problemas...». Por eso los caza ya en la facultad. Tras la charla dada esta semana, 6 currículos cayeron en sus manos y otros 10 aspirantes preguntaron con quién debían hablar para trabajar ahí.

Los alumnos han pillado la buena ola. Véase: la promoción de 1993 de la Escuela de Ingenieros la formaban 1.100 alumnos. Este año, Elósegui, el director general, no cree que se titulen más de 300 personas. Si a eso se le suma que hay déficit de técnicos, pues aún más fortuna para los recién horneados.

«Aquí ni el peor alumno va al paro», explica el joven Jon Sanz. «Ya sabía yo que esto tenía salida. Por eso lo elegí».

«No sabemos qué es un ingeniero»

¿Para que un recién titulado vaya a su empresa se le ofrece mucha pasta? «No. Nuestra chocolatina es el proceso formativo. Un chaval de 23 años suele pagar por aprender. Aquí cobra», explica Javier Elósegui, directivo del grupo de construcción Afer. De hecho, el alumno de Industriales Jon Sanz admite que llegan al último curso sin saber bien cómo es la profesión de ingeniero. Ya lo aprenderán. Ahora, disfrutan de un paro del 0%. Y por cierto, el 47% cobra más de 1.500 1 tras 4 años de trabajo.