Barcelona

Seis detenidos por los incidentes en las protestas contra el desalojo de Can Vies

Nuevos incidentes violentos se han producido en el barrio de Sants, en Barcelona, tras una nueva manifestación convocada para protestar contra el desalojo y el comienzo posterior de la demolición del inmueble de Can Vies.
EFE

Los incidentes que se iniciaron en la noche de este martes en el barrio de Sants de Barcelona tras una nueva manifestación en protesta por el desalojo y la demolición del inmueble ocupado de Can Vies concluyeron hacia las 03.00 de la madrugada, con un balance provisional de seis detenidos, han informado los Mossos. Además del barrio de Sants, los altercados se extendieron por otros distritos de la ciudad, como los de Gràcia, Sant Martí y Sant Andreu.

Los detenidos tienen entre 17 y 47 años y sin antecedentes, y los Mossos les acusan de de desórdenes públicos, daños y atentado a agentes de la autoridad. Está previsto tomarles declaración en comisaría este mismo miércoles, y que quede sin efecto su arresto hasta que sean requeridos por el juez, ha informado a Europa Press la policía catalana. En cuanto a los dos detenidos por los incidentes la noche del lunes, uno ha quedado en libertad a la espera de que lo llame el juez, y el otro —italiano con dos antecedentes— pasará este miércoles a disposición judicial.

Grupos dispersos de jóvenes actuaron en diferentes puntos tanto del barrio de Sants, donde se encuentra el inmueble desalojado, que llevaba 17 años "okupado", como en el de Gràcia, levantando barricadas con contenedores y causando destrozos en los cristales de las sedes de algunos partidos políticos, sucursales bancarias y otros comercios, según las fuentes.

Los mayores daños los sufrió una grúa que se hallaba en el solar de Can Vies para demoler el edificio y a la que algunos de los manifestantes consiguieron prender fuego hacia las 21:30 horas, tras un primer intento que fue impedido por agentes policiales. En la mayor parte de los casos, los incidentes se trataron de quema de contenedores.

Uno de los edificios afectados por las pintadas y lanzamiento de objetos fue la sede de CDC en la calle Còrsega de Barcelona, en el barrio de Gràcia.

Numerosas fuerzas de los antidisturbios de la policía catalana intentaron dispersar a los manifestantes y realizaron cargas en las que, según algunos testigos, se registraron varios heridos.

Un portavoz de los Mossos ha indicado no les consta la existencia de heridos, aunque fuentes próximas a los movimientos de protesta han señalado que al menos dos personas tuvieron que ser asistidas en un centro sanitario por las cargas y golpes de la policía.

Horas más tarde, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) informó que atendió a ocho policías y a un joven, quien fue trasladado al Hospital Clínic en estado menos grave. Los agentes fueron atendidos 'in situ' por contusiones leves, siendo dados de alta.

Desde el martes por la tarde

Los incidentes comenzaron a última hora de la tarde del martes, después de una nueva manifestación por el desalojo de Can Vies con 300 personas, cuando algunos jóvenes realizaron el primer intento de quemar la excavadora. Algunos grupos antisistema animaron a la gente a través de las redes sociales a sumarse a la protesta, han publicado en la red fotos de los incidentes y de la actuación policial y han convocado para este miércoles nuevas protestas.

Los Mossos d'Esquadra cargaron contra los manifestantes, que poco después encendieron una enorme hoguera en las inmediaciones del inmueble desalojado utilizando mobiliario urbano y otros objetos y, finalmente, al segundo intento, lograron incendiar la excavadora. Además, grupos de manifestantes volvieron a levantar barricadas en varias calles, a volcar y quemar contenedores y a apedrear escaparates de algunas sucursales bancarias de la zona.

La parada del Metro de Plaza de Sants permaneció cerrada por precaución y el tráfico rodado fue cortado, mientras que todo el barrio se encontraba acordonado por los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana.

El desalojo de este histórico inmueble, que desde 1925 pertenece a la compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), comenzó a las 13:00 horas del lunes con un fuerte dispositivo policial de unidades antidisturbios. Tras los incidentes del martes, unidades antidisturbios custodian este miércoles el edificio de Can Vies, donde permanece calcinada la excavadora empleada en derruir el inmueble que fue incendiada. La comisaría de los Mossos d'Esquadra de plaza España también ha sido protegida con vallas y varias unidades antidisturbios.

Mobiliario público y propiedades privadas

El Ayuntamiento de Barcelona ha cifrado en 53.000 euros en una primera valoración los daños causados por los incidentes. En total, se quemaron 53 contenedores de basura, mientras que otros 220 fueron volcados o dañados, además los alborotadores rompieron cristales de entidades bancarias, cajeros automáticos, cabinas de teléfonos, semáforos y marquesinas. Estos desperfectos se suman a los ocasionados el lunes durante los primeros incidentes tras el desalojo, valorados en 25.400 euros por la quema de 25 contenedores.

El grupo de violentos se ensañó con los cristales de las entidades bancarias de la calle de Sants, que este miércoles han aparecido completamente destrozados, especialmente el de la sucursal de CatalunyaCaixa situada en el número 122 de esta calle, que ha tenido que cerrarse al público por los destrozos. También han sufrido daños en sus escaparates las tiendas de telefonía de la zona y los accesos al aparcamiento público de la plaza de Sants, mientras que el resto de comercios ha sido respetado por los manifestantes.

Esta mañana brigadas municipales trabajaban en el barrio de Sants para reparar algunos semáforos, mientras operarios de la concesionaria Decaux también reparaban los paneles de anuncios dañados. El asfalto de la calle de Sants a la altura de la calle Panissars está muy dañado por la barricada de fuego que montaron los alborotadores.

Línea roja

El consejero de Interior de la Generalitat, Ramon Espadaler, ha recordado que el desalojo de Can Vies se hizo en cumplimiento de una sentencia firme tras un proceso judicial y los "reiterados intentos" del Ayuntamiento de Barcelona de mediar y buscar soluciones alternativas, por lo que se demoró el derribo.

Además, considera que existe un "problema grave" si quien tiene que justificarse tras los incidentes es la Policía. "Tenemos un problema grave como país y sociedad si quien tiene que justificarse es la actuación policial", ha asegurado el consejero en declaraciones a Catalunya Ràdio y Rac1.

Espadaler ha asegurado que se puede respetar la protesta, pero que "no es tolerable" la violencia y traspasar líneas rojas como prender fuego a la retroexcavadora que tenía que derrocar el inmueble o la quema de contenedores en la vía pública.

Ha asegurado que los grupos que provocan estos incidentes son heterogéneos y que "aprovechan el contexto del malestar para expresarse y hacer violencia urbana gratuita". Por eso, ha querido trasladar un "mensaje de firmeza" de que los Mossos d'Esquadra estarán atentos a cualquier expresión violenta.