Sexblogueras: palabra femenina contra el tabú

  • "Seamos claros: todos nacemos de un polvo" afirma contundente Sylvia de Béjar.
  • "Toda la vida se ha hablado de la sexualidad masculina y por fin el foco se ha puesto en nosotras", dice orgullosa la autora del blog Eros, Silvia Carpallo.
  • "Todos los insultos y barbaridades que recibo por escrito son de hombres", señala la sexbloguera Lilih Blue.
La sexbloguera y periodista Silvia Carpallo
La sexbloguera y periodista Silvia Carpallo
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La sexbloguera y periodista Silvia Carpallo

Con seudónimo unas, sin él otras: todas escriben de sexo intentando romper algún que otro tabú de los que en el siglo XXI siguen protagonizando algunas vidas femeninas. La masturbación y el orgasmo, tal y como ellas (bautizadas sexblogueras) cuentan, son los principales temas de interés de quienes las leen y también algunos de nuestros suspensos más habituales.

Desde Sylvia de Béjar, una de las máximas referencias en nuestro país en cuestión de sexo, hasta Silvia C. Carpallo, influyente bloguera, unas cuantas mujeres usan la Red para hablar desde la propia experiencia o con intención de formar e informar de sexo.

Porque, como dice Béjar: "Seamos claros, todos nacemos de un polvo, así que conocer tu sexualidad lo cambia todo: hasta tu manera de relacionarte con el mundo".

¿Por qué mujeres? La clave la da Silvia Carpallo (blog Eros): "Los artículos o los libros sobre sexo suelen despertar más interés en el público femenino. Somos más curiosas, más innovadoras, o simplemente que toda la vida se ha hablado sólo de sexualidad masculina y por fin el foco se ha puesto en nosotras". Y eso genera, como así es, mucho debate y también muchos temas de los que hablar.

"Durante siglos se ha asociado el sexo a la reproducción, y por tanto a la estricta intimidad de una alcoba. La responsabilidad era solo del hombre. El placer estaba prohibido" afirma la también sexbloguera Rocío Gavira, para quien las mujeres son las que menos problemas tienen en la actualidad en hablar de sexo.

Ahora bien, ellos también 'miran' lo que escriben las sexblogueras: "Poco a poco los hombres van acercándose más a estos blog, o al menos eso percibimos en el Blog Eros, donde muchos de los lectores que dejan sus comentarios o nos comparten en redes son hombres".

Rocío Gavira confirma que ellos también la leen, aunque son ellas las que más comentan los temas y con menos pudor: "A algún que otro hombre se le escapa de las manos que una mujer hable abiertamente de sexo. Lo más suave que me han llamado ha sido viciosa".

Lilih Blue tampoco se ha librado de algún que otro comentario masculino: "Todos los insultos y barbaridades que recibo por escrito son de hombres. Los insultos en plan guarra, cerda, no tienes moral ni vergüenza y cosas por el estilo, son siempre de hombres. Ellas sueles ser muy sinceras y casi siempre aportan algo".

"Con lo porno y lo bestia desnaturalizamos el sexo"

"Si queremos contar una vivencia personal está genial, pero si son informaciones, o incluso opiniones, lo ideal es que haya una visión profesional y eso es lo que suele fallar" apunta Silvia C. Carpallo.

Autora del libro El orgasmo de mi vida, Silvia deja claro que para informar hay que tener una preparación: " Igual que todo el mundo cree que sabe comunicar, todo el mundo piensa que sabe de sexo, y la mayoría quizás ni siquiera sepa qué se traduce por ese concepto y qué no. Lo sexual también merece tener un conocimiento y un bagaje previo antes de abordarlo".

La sexbloguera que seguramente más responde a las condiciones de Carpallo es la veterana Sylvia de Béjar (autora de Deseo), que también reivindica la necesidad de hablar de sexo informando. Confiesa haber parado un poco la producción de entradas en su blog (de igual nombre que el suyo) para decidir con más tiempo los contenidos: "Hay que tener mucho cuidado para que no se acabe desnaturalizando el sexo hablando de él de según qué manera".

Echa de menos Béjar que en España haya blogs como en otros países: "Todos los que sigo son extranjeros. Se tiene que avanzar mucho aún, la gente en general habla de temas que tienen gancho para conseguir seguidores. Creo que hay mucho porno y que cuanto más bestia se es mejor, más siguen lo que se escribe, pero así desnaturalizamos el sexo".

La bloguera Lilih Blue coincide cuando señala lo que más interesa a la mayoría: "Cuanto más sexuales sean los temas, mejor".

"Tenemos que coger las riendas de nuestra sexualidad"

Si hablamos de los terrenos en los que peor pisamos coinciden la mayoría: el propio cuerpo y el orgasmo.  Para Béjar la masturbación, el dominio y la sumisión son las 'estrellas'. Lo último, comenta, desde el fenómeno Grey (trilogía de E. L. James). Así es a veces el poder de los libros.

Matiza en este punto Lilih Blue: "Las mujeres seguimos siendo esclavas de nuestra apariencia. No va en nuestros genes, es algo que inculca la sociedad desde que naces. Se me pusieron los pelos de punta al ver lo que decía una revista italiana sobre la ex de Berlusconi, Veronica Lario. La sacaban sin maquillar y señalaban los kilos de más y lo fea y dejada que estaba. Acompañaba el texto una retahíla de cirujanos plásticos opinando sobre lo que debería hacerse. Patético. Ella me sorprendió muchísimo, para bien: "Dejenme en paz, tengo derecho a envejecer sin vergüenza. Es un ataque inaceptable a las mujeres que quieren envejecer lejos del estereotipo de ser joven a toda costa. ¿Qué ejemplo damos a las adolescentes que piden como regalo de cumpleaños un retoque estético?"

Si de dudas más que de lastres se trata, la dirección varía. Béjar cuenta que los hombres preguntan sobre todo por problemas de deseo y las mujeres quieren saber qué pueden esperar de la sexualidad. "Muchas siguen sin saberlo" cuenta. Según la experiencia de Gavira : ""Los problemas en la cama como la eyaculación precoz, la anorgasmia o el vaginismo; todo lo relacionado con la sexualidad femenina".

"Las mujeres tenemos que coger las riendas de nuestra sexualidad y no esperar que venga ningún hombre a descubrírnosla" reclama Carpallo, que también tiene algo que decirles:  "Los hombres tienen que quitarse la responsabilidad de "nuestro orgasmo".

No sólo habla de responsabilidad Carpallo, también la toma y por eso firma con su propio nombre (es de las pocas que lo hacen): "Si para escribir de sanidad lo hago con mi nombre no veo el problema en firmar cuando escribo de sexo".

Entiende que haya a quien le dé pudor o quiera separar ámbitos, pero no es su caso.  Tampoco el de Rocío Gavira, que además de periodista de El Ideal, tiene el blog de sexo Punto G: "El sexo es natural como la vida misma, ¿por qué no iba a firmar con mi nombre?" Convencida afirma que en ningún caso firmaría con seudónimo.

Si bien es cierto que el avance es incuestionable: "Es maravilloso hablar de sexo con una mujer que está redescubriendo su cuerpo y su sexualidad, que está en pleno proceso de expansión mental en ese aspecto" señala Lilih Blue, no hay que perder de vista la observación de esta bloguera:  "Tantos años de oscuridad y censura no se borran de un plumazo, pero afortunadamente cada vez la gente vive el sexo de forma más libre y sana, aunque aún queda mucho por recorrer. Algunas parejas son un buen ejemplo de lo que queda por avanzar, ya que el sexo sigue siendo el gran abismo entre ellos, el gran tabú y la gran grieta que los separa".

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