El sentido de la vida está en internet (y es gratis)

Es extraña, es divertida y puedes verla sin pagar un céntimo: 'A Nice Day For A Walk To The End' aspira al título de película 'indie' más entrañable de 2014.
El sentido de la vida está en internet (y es gratis)
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El sentido de la vida está en internet (y es gratis)

Haz clic en este enlace. Puede ser un poco inquietante al principio, no lo vamos a negar, pero encáralo sin miedo, que no pasa nada. Cuando hayas llegado a la web de destino, te encontrarás con una pregunta en grandes letras amarillas: "Why Are We Here?". Es decir, "¿Por qué estamos aquí?". Vamos, que te piden que definas a tu gusto el sentido de la vida. Dependiendo de lo filosófico que te sientas hoy, puedes dar la respuesta que quieras y con la extensión que te apetezca, aunque como observarás cuando hagas clic en el botón "Submit" ("Enviar"), la mayoría de los usuarios han preferido contestaciones de una sola palabra ("Vivir", "Gatos", "Amor"), o tirando a breves, como ese mensaje que reza "Para cogernos de la mano y mirar las estrellas" y que no hubiera desentonado en un póster hippie de los 70. Otros internautas, por otra parte, emplearon salidas que huelen a truco para salir del paso. O eso, o el profundo significado existencial de "GGG" o "Uuuuurgh" se nos escapa de momento.

¿Has respondido? Así da gusto. En la siguiente pantalla, tanto tu respuesta como las de otros usuarios aparecerán flotando sobre un fondo de oleaje marino, enmarcando un título ominoso cuanto menos: A Nice Day For A Walk To The End (Un buen día para un paseo hasta el final). ¿Se trata de propaganda de una secta? ¿Un libro de autoayuda? Nada de eso: el asunto es una película indie que puedes ver gratis, sólo con contestar a la cuestión que te plantean sus directores Sean Pecknold (hermano del líder de los Fleet Foxes, Robin Pecknold) y Matthew Daniels, procedente del mundo de la publicidad y los videoclips. Según confiesan sus autores, el guión de este filme fue escrito "en una servilleta de papel en un bar de Berlín" y rodado "durante una semana" en la capital teutona y en Islandia. De acuerdo con la información que proporcionan, Pecknold y Daniels encontraron al grueso de su reparto y su equipo técnico mediante convocatorias en internet, y rodaron todas las escenas de su mediometraje (50 minutos) en tomas únicas, sin repeticiones.

A Nice Day For A Walk To The End from Sean Pecknold on Vimeo.

A estas alturas, más de un cinemaníaco podría estar tentado de mandar A Nice Day For A Walk To The End a freír espárragos: el curriculum hipster de sus realizadores y las miras, digamos 'conceptuales' del proyecto huelen de lejos a capricho pseudointelectual, no vamos a negarlo. Y el olor a cuerno quemado (o a gafas de pasta a la parrilla) se acentúa al descubrir que Sean Pecknold ya lanzó un proyecto titulado The Internet - A Blog Cats WTF Universe, que pretendía trazar una historia de la Red a través del protagonismo de los gatos en las redes sociales. Tras recaudar lo justo para rodarse en la web de crowfunding Kickstarter, allá por 2012, The Internet... desapareció misteriosamente y no se tiene constancia de su estreno.

Pero, por favor, no adelantemos acontecimientos: Pecknold se ha ganado galones en el mundo de la animación stop motion (un arte difícil donde los haya) y dirigiendo videoclips para el grupo de su hermano, el cual ha contribuído a la película como autor de la banda sonora. Matt Daniels, por su parte, cuenta entre sus clientes publicitarios a compañías como Microsoft, Intel, Dickies y otras corporaciones que no dejan su imagen pública en manos de cualquiera. Para aumentar el mosqueo, resulta que el brevísimo tráiler de The Internet... disponible en Kickstarter incluye algunas de las imágenes que pueden verse en A Nice Day To A Walk To The End. Una de dos: o el proyecto experimentó un drástico cambio de título y premisas durante el rodaje, o los dos cineastas sabían que proponiendo un filme con intenciones filosóficas no iban a comerse un colín, con lo que decidieron proponer a su público una premisa más amable: es sabido que el mundo online adora a los gatitos...

Ojo: A Nice Day For A Walk To The End sí incluye gatos. A montones. También cuenta con momentos de diálogo reminiscentes del primer Richard Linklater (Slacker) o de las huestes del mumblecore, muchos de ellos protagonizados por personas que disertan sobre su visión del mundo y la existencia frente a la cámara de Daniels y la grabadora de Pecknold, sin guión ni nada que se le parezca. Y también cuenta con estupendos momentos animados, como aquel que nos describe las vicisitudes existenciales de una piedra, cuya buena factura hace sospechar que realizarlos debió ser un trabajo de chinos. En general, aunque su tono de languidez pueda atragantárseles a algunos, nos hallamos ante un trabajo tan misterioso como inclasificable, cuya forma de usar metraje encontrado y su paisajismo delata la influencia del gran Chris Marker.

A todo esto, ¿de qué va la película? Pues de las tribulaciones de un tal Matt Alderson (Pecknold), quien según nos informa el rótulo inicial, abandonó su empleo en 2011 para rodar una serie de vídeos sobre el sentido de la vida. Tal empresa lleva al protagonista a encontrarse con personajes de todo tipo y a experimentar crisis en las que se siente interpelado por un poder superior. Tras realizar numerosas entrevistas, Alderson emprende un viaje iniciático a Islandia, donde una visión mística le revela la realidad: [SPOILERS] resulta, no ya sólo que Dios existe, sino que es un gato. Según revela el Ser Supremo, resulta que los felinos son los auténticos reyes de la Creación, mientras que la raza humana es una chapuza de última hora engendrada por él en un rato de aburrimiento. Bueno, y también porque quería hacerse famoso. [/SPOILERS]

¿Un timo con coartada cultureta, o un sentido ejercicio de experimentación? La generosidad de los autores, que han puesto A Nice Day For A Walk To The End a disposición de todo el público, amén de su sinceridad al admitir que "es extraña y tal vez no tenga sentido, pero pensamos que merecía la pena compartirla" nos lleva a pensar que se trata más bien de lo segundo. Añadiendo, además, que la cinta goza de una virtud muy rara en los productos con intención artística: el sentido del humor. Si quieres una prueba, que sepas que en la web del filme se oculta una posible respuesta definitiva, o varias, a la pregunta que formulábamos en el primer párrafo. Y de buena fuente, además. Tal vez descubrirla te sirva para pasar un buen rato y hasta para reírte un poco. Así las cosas,  te aconsejamos que sigas el consejo final de Pecknold y Daniels: "Disfrútala, y después sal de tu casa y haz algo".

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