Yo dirigí a Nicolas Cage (y viví para contarlo)

Es un pacífico día de finales de verano en Mobile (Alabama). Bueno, pacífico hasta cierto punto, porque un número considerable de habitantes de la ciudad se han reunido en torno al plató donde Paco Cabezas filma Tokarev, su primera producción estadounidense. El plan para la jornada: rodar la explosión de un coche. "Ahí estaba yo, con medio pueblo mirando, seis cámaras listas para ponerse en marcha, agarrando el detonador y muerto de miedo, pensando '¿y si la cago?", nos explica el cineasta sevillano. "Le doy al botón, el coche estalla, la gente aplaude, y cuando me estoy yendo del plató se me acerca 'Nic' y me dice 'Bienvenido al club".

Efectivamente, ese 'Nic' al que se refiere Cabezas es Nicolas Cage, protagonista de Tokarev. Y, a través de esta charla, lo primero que hemos aprendido es que al actor del pelo escaso y las muecas numerosas se le puede llamar por ese diminutivo en persona, en cuanto hay un poco de confianza. De hecho, al director se le escapa alguna vez la expresión 'Tito Nic', lo cual puede resultar chocante. Pero mantengamos las cosas en orden: por si la idea de trabajar con el hombre de Leaving Las Vegas no fuera lo bastante intensa, el primer encuentro entre Paco Cabezas y el que habría de ser su actor principal tuvo lugar... en Las Vegas, precisamente. "Era la primera vez que me acercaba por allí, y me quedé pasmado: es una mezcla de centro comercial, prostíbulo y Disneylandia: muy porno todo", comenta el director, quien además reconoce haber ido un poco intimidado al encuentro de la estrella. "Ahí el que tenía que pasar un cásting era yo: Nicolas había impulsado la película desde el principio".

Y, ¿cómo fue el primer encuentro entre Cabezas y 'Nic'? ¿Hubo rituales vudú de por medio? Pues más bien no: "Yo pensaba que aquello iba a ser un desmadre con strippers y otras cosas", bromea el cineasta. "Pero todo lo contrario: quedamos para cenar en un restaurante, los dos solos, y lo primero que pensé fue 'Pues tampoco le queda tan mal ese pelo'... Estuvimos todo el rato hablando de cine. Charlamos sobre Kubrick, sobre Drive (a Cage le encanta esa película) y un montón de cosas más". Cosas entre las cuales ocupó un lugar muy destacado el cine de terror español: resulta que 'Nic' es un gran fan de la saga [REC], entre otras producciones nacionales, y tiene planes al respecto... "Más de una vez me dijo que le gustaría ir a España a rodar una película de miedo". Ah, y no sólo eso: Cage había visto y disfrutado Carne de neón, y parece que desarrolló una fuerte querencia hacia Macarena Gómez. "Me preguntó mucho por ella: 'Esa chica de tu película, ¿cómo se llama? ¿No podríamos darle un papel en Tokarev?' Estuvimos estudiando la posiblidad de sacarla en una escena, pero no pudo ser...".

Llegados ya al plató, a Cabezas le llamó la atención la actitud casi kamikaze con la que Cage abordó el trabajo: "Lo rueda todo sin doble de cuerpo, y no nos puso reparos al rodar en una azotea llena de agua, algo que presentaba un peligro real con tanto foco y tanto aparato eléctrico: algunos miembros del equipo se habrían negado de no haber dado él el visto bueno". Además, Cage es también un gran aficionado al cine asiático (una pasión que le viene parcialmente, explica Cabezas, de su esposa coreana) y eso se le notaba a la hora de meter cucharada en el rodaje: "Siempre que teníamos una escena de acción, él apostaba por la versión más extrema: ¿que había que clavarle un cuchillo a alguien? Pues él decía: 'Yo se lo clavo en el cuello y sale sangre a borbotones', en plan Oldboy. Esas cosas las teníamos que negociar un poco". El remedio a esa disyuntiva solía ser una solución de compromiso: "Rodábamos dos versiones de la escena, una 'coreana' (la más sangrienta) y otra 'internacional', más suavizada. Al final usamos más o menos la mitad de cada tipo, y las que no se han visto en la película saldrán como extras en el Blu-ray".

En general, resume Cabezas, el rodaje de Tokarev estuvo presidido por el "buen rollo". Pero la legendaria excentricidad de Cage asomó en un par de ocasiones: "Nic' tiene un montón de tatuajes en el cuerpo, pero tuvimos que borrárselos digitalmente en postproducción: no porque no pegaran con la estética de la película, sino porque cada uno de ellos tiene un significado para él, y no quiere que salgan en cámara". En otra ocasión, nos cuenta, los guionistas decidieron rebautizar al personaje de Peter Stormare (un gángster veterano) como 'Francis': "Cage no comentó nada, rodó su escena con él como si tal cosa y al acabar dijo: 'Me siento como si acabase de hablar con mi tío". El tío Francis Ford Coppola, obviamente. Y una tercera anécdota: "Cuando terminamos de rodar, los productores de la película quisieron regalarle una pistola y un cuchillo de atrezo que habíamos utilizado. Cuando se lo dije, 'Nic' respondió: 'Diles que no los quiero, porque cada vez que me han regalado un arma tras hacer una película me han pasado cosas malas. Traen mal karma".

Paco Cabezas nos cuenta más detalles jugosos de sus días junto a Nicolas Cage, como aquella fiesta de fin de rodaje en la que el actor acabó arrancándose, a su manera, por una canción de Kiko Veneno. Pero hay otra pregunta más importante: ¿volverán el director y la estrella a colaborar? Pues puede ser: actualmente, Cabezas tiene dos proyectos en preparación en EE UU, y aunque uno de ellos (Mr. Right, con Anna Kendrick, Sam Rockwell y un guión de Max Landis) esté ya cerrado, Cage se podría incorporar a Men With No Fear, otro filme de acción con mucha hemoglobina. Si dicho plan llega a buen puerto, el director sevillano volverá a experimentar lo que él llama "El 'momento Nicolas Cage': da igual cuánto tiempo le hayas tenido delante, hasta que no gritas '¡Acción!' y le ves actuando en el monitor de vídeo, no te haces a la idea de que es él de verdad".

Tokarev se estrena el 27 de junio

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