La película porno de los mineros chilenos

En el Cono Sur, "mina" significa tanto "excavación para extraer minerales" como "mujer" (o "chica"). Leonardo Barrera, avispado director chileno de cine X, ha aprovechado la coincidencia para dar título a La mina que se comió a los 33, su próxima película. Rodado bajo tierra, el filme muestra a Ana Karenina, una joven estrella del porno autóctono que hace lo mismo que los túneles de la Mina San José hicieron con las 33 víctimas del accidente laboral que tuvo al mundo en vilo durante dos meses, sólo que metafóricamente. Y con jadeos.

"No crean que vamos a mostrar una tremenda orgía en pantalla", explica Leonardo Barrera, y añade que su intención es hacer algo simpático, pero también "con una cierta crítica social". "Nosotros no vemos a los mineros como héroes, sino como víctimas de un sistema que está mal hecho y que provocó todo", remacha el director, quien incluirá en su filme peripecias como la de Yonni Barrios, un minero célebre porque, cuando salió de la mina (de la subterránea, se entiende) fueron a esperarle sus dos mujeres.

Por otra parte, el rodaje de La mina que se comió a los 33 coincide con el décimo aniversario del cine X en Chile, cuya producción se inauguró en 2000 con los títulos Historias de una adolescente ninfómana y Hanito el genio del placer.

Después de Eduardo Manospenes, John Wayne Bobbit: Sin cortes, Pasión oral en el Despacho Oval y otros títulos que siempre negaremos haber visto, esta noticia sólo nos confirma una cosa: la capacidad de la industria del sexo para ingerir noticias y dejarse penetrar por la actualidad no conoce límites. Ojalá lo hubiéramos sabido al hacer nuestro informe sobre películas y mineros...