Madrid

Largas colas y esperas de 4 meses para la tarjeta europea de rumanos y búlgaros

Las largas colas que tienen que hacer los inmigrantes para conseguir su documentación en la comisaría de General Pardiñas. (Jorge París)
Jorge París

Desde que el pasado 1 de enero Rumanía y Bulgaria empezaron a formar parte de la Unión Europea (aunque con restricciones), cada día se repiten las enormes colas y las largas esperas para los miembros de este colectivo que quieren obtener su tarjeta de residencia comunitaria en España.

En Madrid este trámite se puede hacer en la comisaría de Policía de la calle General Pardiñas, 90.

Desde que entró en vigor el ingreso de estos nuevos miembros se han dado ya casi 65.500 citas sólo en esa comisaría.

Hasta ayer había que esperar cuatro meses, hasta el 27 de junio, para ingresar los documentos.

El trámite comunitario tarda, por lo general, otros cuatro meses hasta que se obtiene la tarjeta.

Algunos ciudadanos rumanos aseguran que ya hay quien revende las citas a unos 300 euros.

Sin derecho a trabajar

La entrada de Rumania y Bulgaria en la UE permitirá a los 150.000 rumanos y 30.000 búlgaros que viven en Madrid circular libremente por el Estado español y otros de la Europa de los 27.

Podrán circular, pero no tienen permiso automático para trabajar.

El Gobierno español ha impuesto una moratoria de dos años para permitir a los nuevos miembros vincularse al mercado laboral.

La ventaja es que podrán instalarse como autónomos, pero necesitarán de una oferta de trabajo, como la de los otros países no miembros, para obtener el permiso.

Adina Elena Tanjala. 31 años: "Me han denegado la tarjeta"

Adina Elena Tanjala lleva ya dos meses sin trabajo. Y sin su segunda tarjeta, que debía haber renovado en agosto pasado. "Hace poco me llegó una carta que dice que me la han denegado y no entiendo por qué. Me han dicho que venga aquí", contaba ayer Adina a las puertas de General Pardiñas.

"Ojalá sirva de algo entrar en la Unión Europea", reflexiona.

Silvia Horvath. 44 años: "Me sirve para ir a Rumanía"

"El problema es la falta de tiempo. Casi todos trabajamos y apenas nos dan permiso para estos trámites. Yo soy interna y he tenido que buscar a una amiga para que se encargue de cuidar a la persona que atiendo. No sé cuándo me darán la tarjeta, aunque sólo me sirve para poder volver alguna vez a Rumanía".