De la Sierra y la Ribera del Ebro, el placer de comer en La Rioja

  • En esta tierra todo empieza con el vino: el Rioja ha adquirido fama mundial.
  • La Ribera del Ebro ofrece excelentes verduras, frutas, hortalizas y legumbres.
  • De la Sierra, los pucheros: sopa serrana, caldo soteño, caparrones o caldereta.
  • Omnipresentes, las chuletas de cordero, asadas en sarmiento.
El vino de Rioja, enseña de toda una región.
El vino de Rioja, enseña de toda una región.
Lourdes Cardenal
El vino de Rioja, enseña de toda una región.

Si el destino o nuestra voluntad nos lleva por tierras de La Rioja disfrutaremos de su patrimonio y su naturaleza, de su vino –por supuesto–, pero también de su gastronomía. La suya es una cocina con dos tendencias: la de los guisos contundentes, la de la Sierra, y la de la huerta, la de la Ribera del Ebro.

Pero en esta tierra todo empieza con el vino. Hasta hace no mucho, quien en España quería beber buen vino decía: "Póngame un rioja". Pues eso. Sus excelentes vinos han adquirido fama mundial tanto si son de la Rioja Alta o Baja como de la Rioja Alavesa. La Denominación de Origen Calificada Rioja abarca vinos blancos, rosados y, sobre todo, tintos.

Denominación de Origen también tiene el queso camerano de leche de cabra, que merece una mención aparte.

La Ribera del Ebro brinda una gran variedad de productos: verduras, frutas, hortalizas y legumbres son esenciales. Del recetario destaca la menestra riojana, los espárragos, la borraja, las alcachofas, la coliflor, los pimientos rellenos, las pochas y las ensaladas, en las que nunca falta el apio o los berros.

Para continuar llegan los pucheros de la Sierra, siempre con la carne y el chorizo entre sus ingredientes principales. Destacan la sopa serrana, el caldo soteño, los caparrones –alubia roja con tocino, chorizo y algunas verduras–, los callos a la riojana, el picadillo de lomo, las migas, la caldereta riojana y las patatas con chorizo.

Omnipresentes, las chuletas de cordero. Cualquier reunión es una buena excusa para degustar unas chuletas asadas en sarmiento, es decir, a la brasa. Junto al cordero, el cerdo y la ternera son básicos.

La carne del cerdo es ideal para los guisos pero también para los embutidos que se elaboran en La Rioja como chorizos, morcillas dulces y saladas, lomos –que se conservan en aceite dentro de tinajas de barro- y jamones –con el adobe exterior con ajo, especias y pimentón–.

De postre, frutas. Los frutales de La Rioja nos ofrecen melocotón, ciruela Claudia verde y manzanas Golden y Reineta, además de las fresas y las cerezas Garrafal.

Pero si somos más golosos, nos apuntaremos a la Golmajería. Así llaman en La Rioja a la repostería: mazapanes, fardeles, hormigos y milhojas. Y para que pase mejor, una copa de zurracapote, un licor obtenido del vino tinto con azúcar, limón y melocotón.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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