España es uno de los países de la UE con más problemas de resistencia a las bacterias

  • Porque somos uno de los países con mayor consumo de antibióticos.
  • De tanto tomar antibióticos las bacterias se pueden volver tolerantes a ellos.
  • Deben ser usados cuando se necesitan, pero no en resfriados, catarros o gripes.
Cultivo de la bacteria 'E.coli' realizado en laboratorio.
Cultivo de la bacteria 'E.coli' realizado en laboratorio.
Eliseo Trigo / EFE
Cultivo de la bacteria 'E.coli' realizado en laboratorio.

La resistencia de las bacterias a los antibióticos es un problema de salud pública puesto que pone en riesgo a aquellos pacientes que necesitan o van a necesitar los antibióticos en situaciones críticas para su salud. Si es así, entonces en España es un grave problema, porque nuestro país es uno de los que más antibióticos consume.

Según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), España, junto con otros países del sur de Europa, es uno de los países europeos con mayor consumo de antibióticos por habitante y mayores problemas de resistencia de las bacterias a los mismos. De tanto tomar antibióticos las bacterias se pueden volver tolerantes a ellos. De ese modo, el organismo se queda sin defensas para hacer frente a una posible infección bacteriana.

Un estudio, publicado el pasado abril en Genome Research, apunta que los españoles tienen muchos más genes de resistencia a antibióticos que los daneses o los estadounidenses. Comparados con EE UU, Dinamarca, Japón, Francia e Italia, los resultados indicaron que España registra uno de los niveles más altos de resistencia potencial a antibióticos. El 30% de los españoles analizados presentan genes de resistencia a antibióticos de último recurso.

Por un uso responsable de los antibióticos

La cuestión es que si no utilizamos estos fármacos de forma "adecuada" pueden dejar de tener eficacia. Es necesario hacer un uso "responsable" de los antibióticos y seguir "rigurosamente" la prescripción médica. Como explican desde la SEIMC, "se deben tomar las dosis recomendadas, a las horas indicadas y durante los días establecidos por el médico o se corre el riesgo de favorecer la aparición y el aumento de las resistencias".

El uso prudente de los antibióticos puede contribuir a detener el desarrollo de bacterias resistentes y ayudar a que este tipo de medicamentos sigan siendo eficaces para las generaciones venideras. Ocurre que, según datos de la Agencia Europea del Medicamento (EMEA), la disponibilidad de nuevos antibióticos para tratar bacterias que ya son multi-resistentes es muy escasa en la actualidad.

Según la SEIMC, los dos grandes pilares del control de las resistencias se basan en el uso prudente de los antibióticos, sólo cuando se necesitan, no en infecciones virales como resfriados, catarros y gripes, y en las medidas de control de la infección como el lavado de manos.

De hecho, según ha asegurado la asociación, la educación de la población y de los profesionales sanitarios influye de manera decisiva en la forma en que los antibióticos son utilizados y por lo tanto en las tasas de resistencia a los mismos.

Una vez que las bacterias son resistentes, el tratamiento de las infecciones causadas por éstas plantea un reto: los antibióticos que se utilizan habitualmente ya no son eficaces y los médicos tienen que elegir otros distintos. Con frecuencia, recuerda la SEIMC, los únicos antibióticos que se pueden utilizar en estos casos son antibióticos antiguos que se desarrollaron hace décadas y cuyo uso se limitó debido a los efectos secundarios.

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