Vals con Bashir

Nando Salvá

DESPUÉS DE QUE UN VIEJO AMIGO del ejército le contara una pesadilla recurrente, el israelí Ari Folman se dio cuenta de que no podía recordar nada acerca de su servicio militar. Eso lo abocó a una pesquisa psicoanalítica cuyo resultado es esta Vals con Bashir, reconstrucción animada de acontecimientos reales, sueños y entrevistas que no tarda en dejarnos claro que lo que la mente de Folman ha borrado es su participación en las masacres de musulmanes en los campos de refugiados de Sabra y Chatila, perpetradas en 1982 por milicias falangistas libanesas. El gobierno de Israel asumió en 1983 la complicidad de su mando militar, aunque nunca se dirimió la responsabilidad de los soldados que presenciaron y permitieron la masacre. Y ese dilema ético aflora aquí, a medida que Folman vuelve a acercarse a los hechos. La guerra es recordada en términos oníricos, porque el tiempo difumina los recuerdos y, sobre todo, porque la psique humana tiene sus mecanismos de defensa para enfrentarse con la culpa. Así pues, Folman investiga el acto voluntario de olvidar, los mecanismos de omisión y deformación de la memoria. Y la animación nos somete a un proceso de distanciamiento semejante, nos recuerda que lo que vemos está mediado por el tiempo, la percepción y el punto de vista, y que lo que Folman recrea son memorias perdidas o memorias ajenas. Por eso las concibe surreales u oníricas, agobiantes e intangibles. Perros rabiosos corren de noche por la ciudad desierta; soldados desnudos emergen del mar; un hombre navega sobre el regazo de una mujer desnuda que lo protege cual bote salvavidas; un recluta baila en la calle, al son de Chopin, en medio de un granizo de balas. Es la misma demencia bélica que, de forma casi lisérgica, plasman Apocalypse Now o el Guernica de Picasso, aunque, finalmente, Vals con Bashir nos enfrenta de forma más explícita con la atrocidad y la incertidumbre moral. Lo que sucedió no fue un sueño, fue una pesadilla porque fue real, y la película se cierra con imágenes de archivo, reales, de la masacre. Folman volvió a casa a seguir con su vida, y ahora tiene tiempo y medios para hacer terapia. Las víctimas no, y él asume esa carga a través de esta obra que es cine bélico, lección de Historia, periodismo de investigación y libro de memorias, un documental animado que altera nuestras nociones de la animación y del documental, y que por ello es diferente de cualquier otra película que usted haya visto.

FICHA TÉCNICA

Vals con Bashir

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  Ari Folman, director de cine israelí, no recuerda nada de su estancia en el ejército de su país. Una terapia encontrará la raíz de su mal: participó en la masacre de palestinos en

• RESUMEN: UN EXORCISMO ANIMADO QUE NOS CUENTA UN EPISODIO SÓRDIDO DE LA HISTORIA ISRAELÍ

• ESTRENO: 13/02/2009

• [VALS IM BASHIR] ANIMACIÓN / ALEMANIA, FRANCIA, ISRAEL / 2008 / 87 MINUTOS / GOLEM. DIRECTOR: ARI FOLMAN GUIÓN: ARI FOLMAN PRODUCCIÓN: ARI FOLMAN, SERGE LALOU, GERHARD MEIXNER FOTOGRAFÍA: FELLER NILI MÚSICA: MAX RICHTER. www.waltwithbashir.com