Vizcaya

Bizkaia se adelanta tres años a las normas europeas con la nueva Planta de Tratamiento de Residuos del monte Arraiz

Iñaki Azkuna y José Luis Bilbao
EUROPA PRESS

El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, y el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, han inaugurado este lunes la planta de Tratamiento Mecánico Biológico del monte Arraiz, en las cercanías de Bilbao, con la que la capital vizcaína y el territorio se adelantan en casi tres años a las directrices europeas sobre tratamiento de residuos, que instan a no llevar al vertedero ninguna fracción de residuo que no haya sido previamente tratada, y cuyo plazo para lograrlo finaliza en 2016.

"Bizkaia se pone así a la cabeza y con tiempo a lo que pone en la directiva y cumple perfectamente con esta norma europea", ha señalado Azkuna a los pies de la planta, a lo que ha añadido que "los vizcaínos tienen que saber que tienen unos medios extraordinarios para tratar los residuos sin ninguna molestias para el ciudadano".

En concreto, la nueva infraestructura tratará los residuos de la capital vizcaína y cuenta con una superficie total de 23.000 metros cuadrados. Junto a la Planta de Compostaje (Konpostegia), la de Valorización Energética (Zabalgarbi), y el depósito de Artigas, las tres instalaciones componen un "ecoparque" dedicado a la gestión de residuos.

El diputado general también ha celebrado que a partir de ahora "la totalidad de los residuos de Bizkaia serán tratados antes de su eliminación", atendiendo a la jerarquía del tratamiento de residuos (prevención, reutilización, reciclaje, valorización energética y eliminación). "No se derivará a vertedero ninguna fracción que no haya sido previamente tratada", ha subrayado.

Con ello, ha añadido, se logrará el aprovechamiento "máximo" del valor material y energético de los residuos, a través de la tecnología "más moderna de Europa" en lo relativo al tratamiento de residuos, y que ha sido posible gracias a la inversión foral de 43 millones de euros.

En este sentido, y recordando los "tiempos que corren", Bilbao ha valorado como una "buena noticia" la inauguración de la infraestructura, tras indicar que es "la prueba de las apuestas tecnológicas y por la sostenibilidad del tándem Bilbao-Bizkaia".

Compromiso con bizkaia

En este punto, el diputado general de Bizkaia ha señalado que "otros, no muy lejos de aquí, todavía no saben qué hacer con la basura que recogen, mientras que aquí mostramos el compromiso con nuestro territorio, con la creación de empleo y con la reactivación económica". "Han echo falta muchos esfuerzos y quiero reconocer los consensos en el ámbito político e institucional que, de forma mayoritaria, han posibilitado que lleguemos hasta donde hoy estamos", ha señalado.

El proyecto ha supuesto una inversión de 43,4 millones de euros, de los que 13 millones se han dedicado al proceso mecánico, otros 12 millones se han invertido en el proceso biológico, 11 millones en infraestructuras y la cantidad restante se ha dirigido a la puesta en marcha, gestión documental, repuestos y equipamiento de talleres.

La nueva planta está diseñada para tratar 180.000 toneladas al año incluidos los residuos urbanos de la capital vizcaína, además de que creará 70 puestos de trabajo y permitirá a Bizkaia "conseguir nuevas metas y posicionarse internacionalmente en un lugar envidiable en materia de gestión de residuos", según el diputado general del territorio.

Por su parte, Azkuna ha dado la enhorabuena a la Diputación Foral por el "esfuerzo económico" realizado, y ha asegurado que hace años "era impensable contar con una planta de esta categoría".

Proceso del tratamiento

El proceso de tratamiento de residuos que se llevará a cabo en la nueva planta del monte Arraiz comprende tres pasos: la recepción de los residuos, el tratamiento mecánico y, finalmente, el secado o maduración de los mismos.

El primero de ellos se realizará depositando los residuos en la plataforma inferior de descarga, desde donde con un pulpo, se incorporarán al proceso a través de cintas transportadoras, realizándose previamente un primer control visual y una selección de impropios, cuyo objetivo es la separación de materiales valorizables, de materiales impropios y el tratamiento del material para el posterior secado/maduración.

Posteriormente, durante el tratamiento mecánico tiene lugar una selección de materiales, en la que el plástico se selecciona mediante infrarrojos, y por medio de un lector óptico se diferencian los materiales en función de la densidad y el color. Los diferentes tipos se separan mediante golpes de viento y a través de imanes e inducción se separan los materiales férricos y no férricos.

Finalmente, el proceso biológico para el secado/maduración del bioresiduo tiene lugar en túneles de hormigón y reactores, donde se produce el secado y la degradación de los componentes biológicos del material, aproximadamente durante dos semanas. El material se distribuye después en capas hasta una altura preestablecida de unos 3,3 metros y se cierra el portón activándose automáticamente la ventilación a través del suelo.

Todo el aire de los reactores es captado y desodorizado en un biofiltro con la ventaja de que de se elimina la humedad de los desechos y aumenta su poder calorífico, además que se evita la generación de lixiviados.