[littlesecretfilm] 'Neuroworld': Una 'sitcom' patológica

La nueva etapa del proyecto littlesecretfilm en colaboración con Calle 13 estrena cada mes en el canal un largometraje producido al amparo del decálogo (con algunas modificaciones, como la predilección por el suspense, el thriller o el terror) que después pasa a estar disponible para su visión online. Así hasta un total de 13 películas. Después de #RealMovie (Pablo Maqueda), Nunca he estado en Poughkeepsie (Ángel Sala), Estado de regresión (Álex Mendíbil), Uranes (Chema García Ibarra), La lava en los labios (Jordi Costa), Obra 67 (David Sainz), Detective Deketto (Venga Monjas), Todos tus secretos (Manuel Bartual), Los amigos raros (Roberto Pérez Toledo) y Círculo interno (John Tones & Noel Ceballos), hoy lunes 26 de mayo se emitirá la uncécima película: Neuroworld, de Borja Crespo.

Debido a la forma variada y líquida que tiene la exhibición de los largometrajes del proyecto #littlesecretfilm para Calle 13 de derramarse en eso que se llama multiplataforma —salas de cine, internet, el propio canal—, es fácil olvidarse de que, en su origen, esta colección de largometrajes de distintos directores nace para televisión y, por lo tanto, puede ser perfectamente observado como una serie, modalidad antología. Así, cada mes tenemos con puntualidad una nueva entrega individual y autoconclusiva, igual que sucedía en su momento con, por ejemplo, En los límites de la realidad o, por citar un referente popular actual, Black Mirror. Recuerdo esta característica al ver Neuroworld y pensar lo bien que podría funcionar como episodio piloto de su propia serie antológica, en su caso inspirada en los cómics del historietista Miguel Ángel Martín.

Neuroworld no es la primera vez que el director Borja Crespo trabaja adaptando al dibujante, dado que también lo hizo en el corto Snuff 2000 (2002) explícitamente citado en la propia película, pero sí su primer largometraje como director y el mayor logro de traducción audiovisual del particular estilo argumental y narrativo de Martín. Creo que la labor de dirección artística merece ser destacada por cómo consigue reproducir la estética y atmósfera precisa de los momentos más costumbristas —es un decir— de la obra del autor de Rubber Flesh con un par de objetos y detalles del vestuario. Esos rasgos de ambientación, unidos a unos diálogos muy bien replicados e improvisados, son fundamentales para que la narración de la tensa relación entre dos compañeras de piso y sus eventuales amantes funcione dentro de un universo tan enrarecido por la ansiedad tecnológica, el exhibicionismo emocional a través de las redes sociales y la hipocresía moral en las relaciones personales como el nuestro.

Mónica Miranda y Marta Guerras interpretan y amoldan a las dos protagonistas, delineadas con sencillez y firmeza, de personalidades más contrapuestas que complementarias. Como dos parásitos que se alimentaran cada uno del otro —mientras a su vez proporcionan sustento hormonal a unos personajes masculinos orbitales—, escaparates relucientes de egocentrismo fulgurante que, en esencia, no se diferencian en absoluto de los típicos personajes que protagonizarían la enésima sitcom de éxito heredera del modelo Friends salvo porque ellas no pierden el tiempo ocultando sus patologías tras un manto prefabricado de neurosis. Hasta el doble juego que mantienen durante la secuencia de suspense más larga —y algo renqueante en cuestión de ritmo dentro del conjunto final— se muestra de forma transparente al espectador, que puede reaccionar tan aturdido como cuando es testigo de los disparos de sinceridad a bocajarro del personaje de Richard Sahagún. Es por esa comodidad con la que nos instalamos en su vida y la frontalidad con la que están expuestos los defectos de estos personajes —los vídeos que graba la youtuber estrella son desopilantes— que la sensación más intensa al final son las ganas de conocer más historias suyas o al menos ambientadas en tan particular y reconocible universo que podemos intuir detrás de tantos perfiles 2.0 echando una siemple ojeada a nuestro timeline. Si Neuroworld es un virus, consigue infectarte.

Neuroworld se estrena en Calle 13 hoy lunes 26 de mayo (00:15 h.). Posteriormente podrá verse de forma gratuita en calle13.es

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