Vizcaya

Un paseo por la tranquilidad

La calle Mayor de Las Arenas, con el Puente Colgante al fondo, una de las zonas de tiendas más concurridas.(G.A.)
Los pequeños dan vida a esta zona residencial de Getxo, de 28.800 habitantes, donde sus gritos contrastan con la tranquilidad que reina en las calles. Muchos de los que formarán el futuro del municipio se reúnen cada tarde en la plaza de los enanos y en la de la Estación, junto al metro, donde el balón, la comba, la bicicleta o los columpios conforman sus principales instrumentos de juego.

Desde hace mucho tiempo, Las Arenas se ha convertido en una importante zona de paso. Sus calles peatonales y las numerosas tiendas que hay en sus principales vías, como la calle Mayor o Las Mercedes, hacen que cada día miles de personas se acerquen para pasar la tarde.

«Es un sitio ideal para dar un paseo con el perro, ir de compras o tomar algo en una terraza», señala Elisabeth, una vecina que lleva 15 años viviendo en el barrio. «Es un sitio muy tranquilo y limpio, además de bonito; el único problema es la falta de aparcamiento», apunta. Y es que el continuo ensanchamiento de aceras, unido a la cantidad de coches que vienen de otros pueblos, hace que encontrar sitio cualquier día por la tarde sea una misión imposible. «Es cierto que hay un parking, pero es muy caro», explica un visitante, tratando de justificar las cuatro vueltas que ha dado ya para encontrar hueco.

El Puente Colgante, la playa, el paseo de El Abra, el muelle de Churruca e incluso los pintxos han convertido el barrio en un atractivo también para los turistas, que cada vez se dejan ver más por la zona.

El bidegorri, que permite enlazar el puente con el Puerto Viejo de Algorta, consigue, además, que muchos habitantes de alrededor se acerquen a patinar o pedalear un rato.

Los vecinos

Juan M. Pérez-Yarza

Jubilado, 84 años.

«Llevo una pila de años en este barrio y me encanta. Es muy tranquilo y puedes pasear y estar un rato sentado sin que te moleste nadie. No creo que haya cambiado mucho en estos últimos años».

Francisca Cano

Diseñadora gráfica, 28 años.

«Vivo aquí desde hace tiempo y me gusta mucho. Creo que es el mejor barrio en el que he vivido nunca. Tienes de todo muy cerca. Lo único que veo malo es el precio en los comercios, que son muy caros».

Javier Elorriaga

Charcutero, 53 años.

«El Ayuntamiento no ha potenciado lo suficiente el pequeño comercio de la zona, y las grandes superficies se lo comen todo. Por otra parte, la clientela aquí es muy fiel».

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