La mejor lección del año

• ROPA Y CALZADO. Con uniforme o sin él, en el calzado y la ropa la comodidad debe primar por encima de todo. Es mejor utilizar tejidos naturales que permitan transpirar con normalidad, evitando cinturones o elásticos que opriman y dificulten una buena circulación sanguínea. Los zapatos, preferentemente de cuero y fáciles de atar, del número adecuado (entre 7 y 15 mmd e espacio libre para los dedos) y sin tacones altos, una moda en auge entre niñas de 12 a 16 años.

• MATERIAL. Tanto la mochila tradicional como la de ruedas encuentran defensores y detractores entre los profesionales. En cualquier caso debe llevar el respaldo acolchado, distribuir la carga colocando los objetos más pesados cerca de la espalda, y que no supere el 10% del peso del niño, con lo que se evitan sobrecargas en la espalda, las caderas y los pies. Una postura correcta y mesas y sillas adecuadas protegerán su espalda en crecimiento.

• SALUD. Las escuelas son un caldo de cultivo excelente para bacterias y virus. Unas elementales normas de higiene son la única prevención posible para resfriados y catarros. Yante lo inevitable, no medicar nunca al niño sin acudir a su pediatra. Vigilar la vista, muchas veces origen de los malos resultados académicos, y los dientes, sin olvidar el calendario de vacunas, favorecerán la salud y el rendimiento escolar.

• ALIMENTACIÓN. Demasiadas horas frente a la tele y una dieta desequilibrada han triplicado los casos de obesidad infantil. El ejercicio físico adecuado y una buena alimentación son las únicas armas para combatirla. Un buen desayuno es imprescindible para afrontar una mañana cargada de clases: lácteos, cereales y frutas frescas aportan energía y mejoranel rendimiento, además de equilibrar el reparto diario de alimentos.

• HORARIOS. Rutina a la hora de acostarse, las necesarias horas de sueño, tiempo suficiente para los deberes y el juego ayudarán a que el curso vaya sobre ruedas.

Los otros compañeros