Vizcaya

Chavales que dejaron el cole vuelven a clase a estudiar un oficio

Es una segunda oportunidad, aunque en realidad, para muchos es la primera. Los 18 Centros de Iniciación Profesional (CIP) de Vizcaya recuperan cada año a unos 2.600 alumnos que han abandonado la ESO. Son chavales de 16 a 21 años a los que se les enseña un oficio durante dos cursos, y si todo va bien, tienen contrato antes de acabar para trabajar en la construcción, peluquería, jardinería...
Segunda oportunidad o primera, según se interpreten las palabras de la directora del CIP de Getxo-Leioa, Mari Paz Zuluaga. «La situación familiar y social de muchos de ellos les impide seguir el ritmo de la ESO. Se desmotivan y acaban descolgándose».

Lo que sin duda es una primera oportunidad, es lo que experimenta el 60% del alumnado inmigrante que acapara el CIP de Getxo. Los venidos de otros países cada vez son más.

A ellos se les da castellano, y es que los CIP enseñan más que un oficio. Llegan chavales, «muchos muy críos, y les damos un equilibrio personal para su futuro», explica Zuluaga. Al margen de las clases prácticas y teóricas, se dan charlas, clases de matemáticas y lengua, y se trabaja con las familias.

Zuluaga nota a los alumnos más inmaduros: «Su entorno es más fácil que antes, y eso les perjudica. Abusan del porro y están superprotegidos; no toman responsabilidades». Eso los autóctonos: «Los inmigrantes suelen ser los más trabajadores».