Asturias

La Fiscalía solicita la prórroga de la prisión provisional del acusado del asesinato de un taxista en Arriondas en 2010

La Fiscalía del Principado de Asturias ha solicitado a la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias la prórroga de la prisión provisional decretada para A. M. F. F. por la muerte del conductor de taxi Guillermo Amieva Gallego en el mes de abril de 2010, al cumplirse dos años desde que fue acordada.

La petición se formalizó en una comparecencia celebrada este jueves, a la que asistió el acusado, que fue trasladado desde la prisión de Villabona. El juicio por esta causa se celebrará, ante un Tribunal de Jurado, en una fecha aún por determinar.

A. M. F. F. está también acusado de la muerte de Francisco Javier Viego Cuadriello, ocurrida en el mes de febrero de 2010 en Cangas de Onís. La vista oral por este procedimiento se celebrará a partir del próximo día 18 en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

Una semana antes, el día 11, tendrá lugar otra comparecencia en la que la Fiscalía solicitará igualmente la prorroga de la prisión provisional dictada para A. M. F. F. por esta causa, al cumplirse también dos años desde que se acordó.

Por la muerte de Guillermo Amieva Gallego, la Fiscalía del Principado de Asturias solicita para A. M. F. F. -nacido en 1985 en la República Dominicana- una condena por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y por una falta de hurto, y pide que le impongan 23 años de prisión, el pago de una multa de 720 euros, que se le prohíba residir en Cangas de Onís, aproximarse y comunicar con los familiares de Guillermo Amieva durante 28 años, y que indemnice al padre de la víctima con 113.408 euros, más los intereses legales correspondientes.

los hechos

La Fiscalía sostiene que, en la madrugada del 19 al 20 de abril de 2010, el acusado se subió en Arriondas al taxi que conducía aquella noche Guillermo Amieva Gallego. Una vez que sobrepasaron la localidad de Collía, y en las proximidades de lo que se conoce como Cabaña del Escribano, el acusado apuñaló a Guillermo Amieva de manera brutal hasta en 36 ocasiones, en el cuello, las extremidades superiores y la cara anterior y lateral del tórax.

Para ello utilizó un arma con hoja plana y de un solo filo, de unos dos centímetros o dos y medio de anchura, y no menos de diez centímetros de longitud.

Las posibilidades de defensa de Guillermo Amieva, que trató de agarrar el arma y de poner los brazos para no ser apuñalado, resultaron nulas porque el acusado le atacó desde el asiento trasero izquierdo del vehículo y aprovechando que el conductor llevaba puesto el cinturón de seguridad, lo que redujo su movilidad ante el ataque.

Pese a que A. M. F. F. hubiera ocasionado la muerte de Guillermo Amieva con una sola de las puñaladas que le dio -concretamente la que recibió en la cuarta costilla del lado derecho, de quince centímetros de profundidad y que le perforó el pulmón-, continuó apuñalándolo incluso cuando ya tenía escasos signos de vida, desde fuera del vehículo y abriendo la puerta del conductor. Guillermo Amieva falleció sobre las 00,00 horas del 20 de abril de 2010.

A. M. F. F. abandonó el lugar con el teléfono móvil de Guillermo Amieva, un navegador, unos 150 euros, las llaves del vehículo y un interruptor con soporte de velcro. Guillermo Amieva tenía 37 años, estaba soltero y dejó, como familiar más próximo, a su padre.

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Años de prisión

Por la muerte de Francisco Javier Viego Cuadriello, la Fiscalía acusa a A. M. F. F. de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y solicita para él una condena de 23 años de prisión, inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y prohibición de residir en Cangas de Onís, aproximarse o comunicarse con los familiares de la víctima durante 28 años.

En concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía del Principado de Asturias solicita que A. M. F. F. sea condenado, junto con la también acusada en esa causa N. A. A., a indemnizar al hijo de Francisco Javier Viego, que en el momento de los hechos tenía 12 años, con 139.685 euros, y a su ex mujer, de la que estaba separado legalmente, con 59.685 euros. La acusada N. A. A. será juzgada como autora, en su modalidad de cooperadora necesaria, de un delito de asesinato con alevosía. Junto a estos dos acusados se sentará en el banquillo una tercera persona, P. R. V. P., por un delito de encubrimiento.

La Fiscalía sostiene que el día 27 de febrero de 2010, Francisco Javier Viego Cuadriello, conocido como 'Pancho', salió por la localidad de Cangas de Onís. De madrugada llegó al bar "Galaxia". Allí coincidió con los acusados A. M. F. F. y N. A. A., que en aquel momento mantenían una relación sentimental.

A. M. F. F. decidió quitar a Francisco Javier Viego el dinero que llevara encima, con la ayuda de N. A. A. Así, y con este propósito (robarle), la acusada propuso a la víctima que ambos se marcharan, fuera del local. Sobre las cinco de la mañana, Francisco Javier Viego abandonó el "Galaxia" y, cinco minutos más tarde -para evitar que alguna persona pudiera verlos juntos-, salió N. A. A.

La pareja, Francisco Javier Viego y N. A. A., puso rumbo al domicilio de la víctima, en la citada localidad de Cangas de Onís. De camino, ambos fueron de la mano, en actitud cariñosa, hasta llegar al portal, donde los esperaba A. M. F. F.

Varias puñaladas

Una vez dentro del mismo, el acusado A. M. F. F. se abalanzó sobre Francisco Javier Viego y comenzó a apuñalarlo, utilizando para ello un arma blanca monocortante, de unos 22 a 25 centímetros de anchura de hoja y de una longitud de al menos 25 centímetros.

A. M. F. F. asestó a Francisco Javier Viego total de 16 puñaladas, comenzando por la ingle y pierna derecha, continuando por la zona derecha del tórax, axila derecha, dorso torácico, hombro izquierdo, zona de la mama izquierda y, finalmente, por el pabellón auricular izquierdo. Francisco Javier Viego recibió también puñaladas en la mano derecha y el antebrazo izquierdo, lo que refleja una mínima reacción de defensa, ante lo inesperado del ataque.

N. A. A. presenció el acuchillamiento sin hacer el mínimo intento por evitarlo, sin gritar para evitar que alguien pudiera descubrirlos y sin tratar de abandonar el lugar en busca de auxilio para la víctima. En su forma de acabar con la vida de Francisco Javier Viego, A. M. F. utilizó una fuerza y brutalidad innecesarias.

Esto, unido a la reiteración de las puñaladas, supuso un aumento de dolor innecesario para la víctima. Francisco Javier Viego falleció entre las cinco y las siete horas del día 27 de febrero de 2010 por lesiones viscerales múltiples, incompatibles con la vida, y resultado de shock hemorrágico agudo.

Cuando A. M. F. dejó de apuñalar a Francisco Javier Viego, llegaron al portal el acusado P. R. V. P. y una mujer que no ha podido ser identificada. N. A. ayudó, junto con esta mujer, a trasladar el cadáver de Francisco Javier Viego desde el rellano del portal hasta las escaleras, agarrándole N. A. por un tobillo y A. M. F. por las axilas. Mientras tanto, P. R. V. P. vigilaba desde la puerta para evitar ser descubiertos.

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