10 series clásicas que puedes ver gratis en RTVE

En momentos como estos, con el coronavirus azuzando y los medios emitiendo sin parar mensajes de todo tipo sobre la reacción de las insituciones, es fácil que uno se agarre el cabreo español por antonomasia y exclame aquello de "¿Para esto pago yo mis impuestos?". Pero, mira tú por dónde, esos mismos impuestos te ayudarán aliviar el tedio de estos días de cuarentena. Porque el archivo de TVE en internet está lleno de series gratis producidas por la cadena pública.

Abarcando 60 años de producciones, nada menos, este archivo supone muchas cosas. Una máquina del tiempo para quienes vieron estos shows en su día, una suerte de Parque Jurásico televisivo para quienes no las conocen ni de oídas... y también como un incentivo para reflexionar sobre lo mucho que ha cambiado la forma de entender las series en nuestro país. Pero ojo, porque muchos de los programas incluidos en él siguen siendo de altísima calidad y sirven para pasar un buen rato. Para empezar, todos los que incluimos a continuación.

Ryan Murphy, Charlie Brooker, Jordan Peele... ¡Moríos de envidia! Antes de que vosotros fuerais por ahí con vuestras antologías de terror, Chicho Ibáñez Serrador aterrorizaba a los españolitos con su propia miscelánea de sustos. Capaz de mirar de tú a tú a La dimensión desconocida y otros clásicos del formato, Historias para no dormir sobrevivió a la censura y la falta de medios para ofrecer capítulos tan espeluznantes como Tras la puerta cerrada (adaptación de El corazón delator de Poe) o El asfalto, una pesadilla kafkiana que fue aclamada en todo el mundo.

Que los libros de historia digan lo que quieran: la Reina Católica tiene un rostro, y es el de Michelle Jenner. La serie histórica más seguida de la historia reciente de TVE nos demostró que el panorama político de la España del siglo XV estaba tan revueltillo o más que el de los Siete Reinos de Poniente, con sus guerras fratricidas, sus conspiraciones, su toma de Granada y sus personajes turbios (no en vano Fernando de Aragón -Rodolfo Sancho- le daba grima hasta a Maquiavelo) para animar el cotarro.

No dejes que su sintonía pegadiza e irritante te haga infravalorarla, porque esta serie de Fernando Colomo es uno de los mejores shows de humor que ha dado la TV en España. Protagonizada por dos actrices sin suerte (Carme Conesa, barcelonesa pija, y Diana Peñalver, andaluza buscavidas) que sobreviven en el Madrid posterior a la 'Movida', Las chicas de hoy en día se cachondea finamente de clásicos españoles de ayer, hoy y siempre, como las subvenciones fraudulentas o la necesidad de ser 'modernos' a toda costa. Y también sirve como testimonio de una ciudad que estaba a punto de cambiar para siempre.

¿Echas de menos a José Luis Cuerda? Nosotros también, y como ya nos sabemos de memoria Amanece que no es poco, recordamos que el cineasta también participó en esta adaptación de los inmortales cómics de Ivá. Pepe Rubianes interpreta al "último choriso" del Raval de Barcelona, siempre con la sirla y la fusca en ristre, protagonizando episodios llenos de un humor negrísimo y esa jerga que se contagia. Una serie ideal para enfrentar estas grises circunstancias con un sonoro "Po fueno, po fale, pos malegro". 

Otra serie antológica de miedo... solo que, aquí, los horrores están sacados de la vida real. El productor Pedro Costa contó con directores de talla (Juan Antonio Bardem, Vicente Aranda, Ricardo Franco) y repartos estelares (Sancho Gracia, Carmen Maura, Victoria Abril...) para recrear asesinatos auténticos y truculentos de la historia de España, la mayoría de los cuales quedaron sin resolver. Capítulos como Jarabo o El caso del cadáver descuartizado retratan una sociedad cuyo lema, como cantaban Def Con Dos, podría ser "morir o matar por hacer trampas en el mus".

Sabemos que es difícil, pero olvídate en lo posible de las patillas de Sancho Gracia e incluso del cameo de Isabel Pantoja en uno de sus episodios. Porque Curro Jiménez es lo más parecido a un spaghetti western (¿'Sierra Morena western'?) que ha dado la TV en nuestro país. Bastarán algunos episodios (firmados por nombres como Joaquín Romero Marchent, Mario Camus e incluso Pilar Miró) de Curro y su cuadrilla masacrando franceses a trabucazos para que tu nuevo grito de guerra sea "Algarrobo, ¡a los caballos!". 

¿Quién pudo lograr que el público español escuchara diálogos sobre filosofía del Derecho en prime time? Pues, lo creas o no, Antonio Mercero, el futuro autor de Farmacia de guardia. Juan Luis Galiardo (veterano con callos en el hígado), Carme Elías (feminista y concienciada) y un casi debutante Juan Echanove (el novato que iba para notario) interpretan a tres abogados cuyos casos alternan el suspense, la comedia costumbrista y el dramón, según el episodio. Un caramelo castizo para los amantes de las historias judiciales.

A Manuel Vázquez Montalbán no le hizo ni pizca de gracia esta serie sobre su personaje, el detective más célebre de la novela noir en castellano. Hasta tal punto fue así, que 'mató' al director Adolfo Aristarain (Martin Hache) en uno de sus relatos cortos. Pero, sintiéndolo por el escritor, Pepe Carvalho es un show muy rescatable en la que el protagonista (Eusebio Poncela) resuelve casos de lo más sórdido en una Barcelona de mansiones en Pedralbes y navajazos en el Raval, sin dejar de comportarse en ningún momento como un grandísimo bastardo.

Las adaptaciones literarias 'de calité' fueron durante mucho tiempo el pilar de las series en la cadena pública. Y uno de los mejores ejemplos de esta tendencia fue esta adaptación de la novela de Benito Pérez Galdós sobre dos mujeres (Ana Belén, pobre e impetuosa, y Maribel Martín, señora de su casa) manipuladas por un niñato sin escrúpulos. El acostumbrado reparto de campanillas (Fernando Fernán Gómez, Paco Rabal, Manuel Aleixandre) sirve para transmitir una historia muy sórdida y que, avisamos, puede hacer pupa.

¿El producto más raro lanzado por TVE en toda su historia? Pues casi con total seguridad: a ver si no cómo definimos una miniserie en la que la cadena pública reunió a 13 directores de lo más dispar (algunos, marginales ilustres del cine español como Gonzalo García Pelayo, otros, artistas que no habían cogido una cámara en su vida, como Ceesepe y Luis Eduardo Aute) dándoles libertad casi total para hacer lo que quisieran. El resultado está entre lo sublime y lo ridículo, pero en él se encuentra una joya inmensa: Párpados, el episodio dirigido por Iván Zulueta (Arrebato).