Madrid

Los vecinos y los bares quieren limitar el tráfico en Gran Vía

Aspecto que presenta la Gran Vía madrileña a las 12 del mediodía durante la jornada de huelga general convocada por los sindicatos en España este jueves 29 de marzo.
JORGE PARÍS

Los empresarios del ocio nocturno de Madrid insisten: los principales responsables del ruido en el centro de la capital son los vehículos, y no los bares. Por eso, ayer, durante la presentación de sus alegaciones al plan del Ayuntamiento de la capital para combatir el ruido en esta zona de la ciudad, y que pasaría por declarar el distrito como Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE), propusieron limitar el tráfico en Gran Vía durante la noche de los fines de semana. Una medida que, según ellos, reduciría seriamente la contaminación acústica. La propuesta, además, cuenta con el apoyo de dos colectivos: los sindicatos CC OO y UGT y los vecinos de la ciudad.

La idea es una de las muchas argumentaciones que ayer presentaron los sindicatos y la Plataforma para el Ocio y el Turismo de Madrid (de la que forman parte, entre otros, Noche Madrid y la asociación de hosteleros La Viña) contra la ZPAE. Y es que este proyecto, que el Gobierno local planea aprobar después de este periodo de alegaciones, introduce severas restricciones en la concesión de licencias para abrir nuevos negocios de hostelería e incluso para ejecutar cualquier obra de remodelación de los mismos.

Estas críticas al ZPAE se han presentado pocos después de que la Federación de Vecinos de Madrid (Fravm) anunciara las suyas. Aunque en su pliego inicial no se mencionaba la posibilidad de restringir el tráfico en Gran Vía, la sugerencia de los hosteleros ha sido bien recibida por los residentes: "Nosotros llevamos mucho tiempo pidiéndolo. Pero la limitación al tráfico no debería hacerse solo durante la noche de los fines de semana y únicamente en Gran Vía. Tendría que ampliarse a todo el distrito: a Tirso de Molina, a Antón Martín..., y todos los días", explicaba ayer Francisco Caño, portavoz de Medio Ambiente de la Fravm.

Cerrar antes los locales

Este supone el único punto en el que coinciden los vecinos y empresarios de la noche sobre el plan ZPAE. Hasta ahora sus posturas eran diametralmente opuestas: los residentes pedían que se adelantara la hora de cierre de los bares, mientras que los dueños de los mismos aseguraban que el Ayuntamiento no tiene potestad para llevar a cabo esa medida.

Sin embargo, entre los vecinos de Gran Vía sigue habiendo muchas suspicacias al respecto. "Nos parecería bien, pero habría que ver cómo afectaría esto al fomento del botellón", explica Jordi Gordon, residente en la zona. Juan Carlos Alonso, unos de los portavoces de la Plataforma para el Ocio y el Turismo de Madrid, también coincide en señalar el botellón como uno de los principales motivos de la contaminación acústica. "Los culpables son los coches y el botellón. El ruido se genera en la calle, no en los bares. Por eso sería fundamental eliminar esta práctica y luchar contra los lateros que venden alcohol en la vía pública de manera clandestina", asegura.

Por su parte, los sindicatos CC OO y UGT  han mostrado también su apoyo a los locales hosteleros como muestra de su preocupación por las consecuencias que podría tener para los puestos de trabajo la declaración de centro como ZPAE. Y es que, según Noche Madrid, la implantación de esta medida conllevaría el cierre de más 1.500 negocios de hostelería y ocio nocturno en la ciudad.

De todos modos, no es la primera vez que se pone sobre el tapete la propuesta de restringir el tráfico en Gran Vía. En 2010, Tomás Gómez, líder de los socialistas madrileños, ya planteó la peatonalización completa del Madrid de los Austrias. Un plan en el que se incluía también a esta centenaria vía.

Un lío de mil demonios

Limitar el tráfico en Gran Vía iría en consonancia con lo que otros ayuntamientos españoles están poniendo en marcha para acabar con el ruido, como la Ordenanza del Espacio Público de Palma de Mallorca o el Live Spring de Valencia, según Noche Madrid. Sin embargo, para Ricardo Aroca, exdecano del Colegio de Arquitectos, esta medida "generaría un lío de mil demonios", ya que Gran Vía es el único trayecto posible para circular en coche por el noroeste de la ciudad.

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