Los premios del Sindicato de Actores, por mucho prestigio que posean y muy proféticos que puedan ser con respecto a los Oscar, no suelen ser especialmente mediáticos. Pero esto cambió en la pasada ceremonia de los SAG Awards donde, además de que Parásitos hiciera historia, pudimos ver a un Brad Pitt pletórico y riéndose de sí mismo mientras aceptaba el premio a Mejor actor secundario por Érase una vez en Hollywood.
Durante su descacharrante discurso Pitt dijo que "fue un papel difícil. Un tipo que se droga, se quita la camiseta y no se lleva bien con su esposa", haciendo referencia a su matrimonio fallido con Angelina Jolie y anteriormente, con la frase "Tengo que añadir esto a mi perfil de Tinder", a su reciente soltería. Las cámaras registraron que estos chistes le hacían especial gracia a Jennifer Aniston, ex de Pitt que recibió otro premio por su actuación en The Morning Show.
¿En qué derivó todo esto? Pues en que Pitt y Aniston se reencontraran y se felicitaran mutuamente en el backstage, escena que se ha convertido instantáneamente en el momento más icónico del festival. Ambos actores parecen llevarse muy bien, y además hay una imagen de Pitt estrechando la mano de Aniston que es demasiado bonita como para ser verdad. Pero lo es. Como nos enseñó Quentin Tarantino, en Hollywood puede serlo.
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