Christian Bale ya no quiere volver a cambiar de peso drásticamente para un papel

Pocos actores se han ganado el adjetivo de camaleónicos con el empeño de Christian Bale. Y no tanto por lo diverso de sus papeles (que también), sino por los sorprendentes cambios de peso que ha ido experimentando para prepararlos. El actor galés ganó una insensata cantidad de kilos para interpretar a los protagonistas de La gran estafa americana o El vicio del poder, mientras que no le importó quedarse en los huesos para El maquinista o The Fighter, ni incrementar su masa muscular para American Psycho o la trilogía de El caballero oscuro.

Para Le Mans '66, su última película, ha efectuado una hazaña similar. En el film de James Mangold interpreta al legendario piloto de carreras Ken Miles, algo que le ha exigido dejar por el camino todo el peso que ganó para encarnar a Dick Cheney en El vicio del poder, donde fue nominado al Oscar. Pero ahora el actor dice que se acabó. Que los días de ganar y perder peso drásticamente para el cine han llegado a su fin.

Lo ha dicho en el CBS Sunday Morning, programa al que asistió junto a su compañero de reparto Matt Damon. "Creo que he terminado con eso. Creo realmente que he acabado con eso, sí", reveló. Bale descarta de este modo continuar con lo que se ha convertido en algo el leitmotiv de su carrera, optando por prepararse los papeles de formas menos peligrosas para la salud en próximos trabajos.

Damon, por su parte, no pudo disimular la admiración que le merecían los esfuerzos de Bale. "Me lo pasé muy bien viéndolo. Tiene una increíble disciplina de monje... pasó de interpretar a Dick Cheney a este tipo. Tuvo que perder más de 30 kilos", comentaba. Le Mans '66, por la que es muy posible que Bale reciba una nueva nominación al Oscar, se estrena este 15 de noviembre.