‘Súper empollonas’ vista por una de las mejores notas de Selectividad

Me llevo al cine a Alba Calzado, tercera en la EVAU de 2018 con un 9,964, para puntuar la ópera prima de Olivia Wilde
‘Súper empollonas’ vista por una de las mejores notas de Selectividad
‘Súper empollonas’ vista por una de las mejores notas de Selectividad
‘Súper empollonas’ vista por una de las mejores notas de Selectividad

Fui una mala empollona. Con mi 10 de media en Bachillerato y el nueve con siete o con ocho en Selectividad, no quería ser ingeniera de telecomunicaciones, ni quería estudiar ADE, ni informática, sino que lo que deseaba era escribir. Elegí periodismo por eso y Humanidades porque era lo que me gustaba (y porque un empollón nunca se conforma). Mi universidad era católica pero estaba rodeada de colegios mayores, así que tardé poco (tres meses) en descubrir lo que era pasárselo bien.

Como estaba becada (y seguía siendo la empollona que siempre seré) no bajé el listón con las notas y, no sé cómo, conseguí compaginar los botellones con los sobresalientes y las Matriculas de Honor, una hazaña peliaguda, mucho más que sacar todo dieces. Entonces no era consciente de cómo aquella faceta de mi personalidad estaba echando raíces en lo más profundo de mí ni que se convertiría en fuente de una insatisfacción constante, pues todo es susceptible siempre de hacerse mejor. Una persona me lo resumiría unos años después de forma clara: "En algún momento tendrás que elegir entre ser la mejor y ser feliz".

‘Súper empollonas’ vista por una de las mejores notas de Selectividad

En mi época los empollones no salíamos en los periódicos. Sacábamos la mejor nota pero nadie venía a entrevistarnos. Eran otros tiempos y en Hollywood tampoco se hacían películas sobre el tema como Súper empollonas, el fantástico debut de la actriz Olivia Wilde (Thirteen en House) en la dirección. Ahora que los medios vivimos cuantificándolo todo hasta la extenuación se ha puesto de moda publicar quiénes han sacado las mejores notas cada año, lo que me ha permitido encontrar a Alba Calzado, mejor tercera nota en la Evaluación para el Acceso a la Universidad en 2018 de la Comunidad de Madrid. Ella ha accedido a ver y comentar conmigo la comedia que se estrena este viernes.

Mi primera pregunta para Alba es si se siente empollona como las protagonistas de la película. La palabra empollona tiene una connotación negativa –responde con agilidad, con ideas claras expresadas a gran velocidad–. De hecho, el título de esta peli suena mucho menos peyorativo en inglés (Booksmart) que en español”. Peyorativo o no, Alba siempre ha sacado muy buenas notas.

“Desde pequeña –explica–. Siempre me ha gustado aprender y desde entonces he sido muy curiosa”. Además, admite, nunca le ha costado demasiado trabajo sobresalir en los exámenes. “La selectividad me la preparé mucho. Tenía la sensación de que me había salido muy bien, pero cuando me encontré que había sacado un 10 en todo, fue muy guay, claro”, recuerda sobre una media que solo le bajó un 9 en Educación Física. El resultado final, un 9,964, no está nada mal. 

‘Súper empollonas’ vista por una de las mejores notas de Selectividad

A Alba le ha gustado mucho Súper empollonas. Reconoce que la película le ha tocado de cerca. “Yo también tenía una amiga en el instituto, con la que además había ido a primaria. En cuarto de la ESO mi amiga se fue un año fuera, como el personaje de Kaitlyn Dever". En la comedia de Olivia Wilde, Kaitlyn Dever y Beanie Feldstein son dos mejores amigas con las mejores notas de su promoción que, la noche antes de graduarse, intentan recuperar los años perdidos entre libros de la biblioteca. Para redimirse, tendrán que colarse en la fiesta del guaperas de su curso y demostrarles a sus compañeros –entre ellos, la hija de Carrie Fisher, Billie Lourd– que no son unidimensionales.

“Tenemos más facetas. La gente no sabe que somos divertidas”, le dice el personaje de Feldstein a su amiga. Esta, de hecho, es la secuencia preferida de Alba. A diferencia de las protagonistas de Súper empollonas, ella no se arrepiente de haber dedicado los años de instituto al estudio. Ahora mismo, siento que en el instituto hice más o menos lo que me apeteció. Yo nunca he renunciado a salir por estudiar, si no salía era porque no quería", explica. 

‘Súper empollonas’ vista por una de las mejores notas de Selectividad

Como yo, Alba también tiene algo de mala empollona. Contra los consejos de quienes la animaban a cursar una carrera con más salidas laborales, actualmente cursa segundo de Periodismo e Historia en la Universidad Rey Juan Carlos, donde por fin siente que ha hecho un grupo de amigos con el que se siente a gusto. Tenía claro que quería estudiar periodismo desde los seis o siete años. Entonces tenía un cuaderno en el que apuntaba todas las estadísticas de cada jornada de la Liga, de la Copa, de todo. A los ocho años mi abuelo me compró un ordenador y un micrófono para que pudiera grabarme. Llevo desde los 14 años escribiendo en medios online, pequeñísimos...", enumera los estadios de su vocación de periodista deportivo.

Elegí la Universidad Rey Juan Carlos porque es la única que imparte el doble grado de Historia y Periodismo", matiza, segura de sí misma, cuando le preguntamos por el escándalo Cifuentes que ocurrió cuando ella cursaba segundo de Bachillerato. "Lo que me importaba era la carrera y, no tanto, dónde estudiarla".

“La moraleja más evidente de Súper empollonas sería que las notas son importantes pero que hay otra enorme serie de cosas que hacer en el instituto y en la vida”, concluye Alba. Tanto Olivia Wilde como ella estarían de acuerdo con la persona que me dijo que tendría que elegir entre ser feliz o ser la mejor. Seguro que las buenas notas de Alba la ayudan a ser una buena periodista de deportes. Yo en algún momento descubrí que para ser mejor escritora a veces compensa más ser una mala empollona. 

Súper empollonas se estrena el 26 de julio.

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