La Universidad resulta una eficiente escuela de nuevos fumadores
Estar más delgados, relajarse o mejorar las relaciones de grupo son algunos de los argumentos que esgrimen los universitarios fumadores. Sin embargo, cada vez son más conscientes de los riesgos del tabaco y casi ocho de cada diez reconocen que quieren dejar el hábito (un 57% lo ha intentado al menos una vez).
Consumen otras drogas
Los cigarrillos son «una droga de inicio», según la doctora Isabel Nerín, pero no suponen la única adicción de los universitarios. El 16% de los encuestados se reconoce fumador habitual de cannabis, el 72% bebe alcohol los fines de semana y el 15% de estos últimos asegura que se emborracha al menos una vez al mes.
«Es legal, accesible y barato»
Los expertos señalan que la mejor prevención es dificultar el acceso al tabaco. Irene Belloc, del Centro Municipal de Atención y Prevención de las Adicciones (Cmapa), explica que un joven se hace dependiente en menos de un año desde que fuma sus primeros cigarrillos. «La gente se anima a fumar porque es accesible, legal y asequible y, además, se han minimizado los graves riesgos que entraña para la salud», asegura. El centro ofrece una terapia de siete semanas con la que el 80% de los usuarios consiguen dejar de fumar.
12 cigarrillos cada día consumen los jóvenes que inician sus estudios universitarios.