Muere el cantante y actor Manolo Escobar

El cantante Manolo Escobar ha fallecido a los 82 años en una clínica de Benidorm a causa de una insuficiencia renal relacionada con el cáncer de cólon que sufría desde hace tiempo. Fue en noviembre de 2012 cuando el almeriense anunció su retirada del mundo artístico tras medio siglo siendo uno de los símbolos más sólidos del folclore español, sobre todo por su faceta como músico y coplista, pero también como actor de cine en titulos derivados de dicha carrera musical de gran éxito.

Manolo Escobar debutó en el cine en 1962 con Los guerrilleros, película musical dirigida por Pedro Luis Ramírez con la que también apareció por primera vez en pantalla grande Rocío Jurado. Como sería costumbre durante el resto de la filmografía del cantante, la cinta era un vehículo para el lucimiento musical de sus protagonistas con escasa excusa dramática, en este caso centrada en la Guerra de la Independencia contra el ejército francés. Después vinieron otros títulos bajo dirección de Ramón Torrado, como Mi canción es para ti (1965), Un beso en el puerto (1966) o El padre Manolo (1966).

Pero no fue hasta que se puso a las órdenes de José Luis Sáenz de Heredia (con quien llegaría a trabajar en cinco largometrajes) que empezó su fructífero emparejamiento en pantalla con Concha Velasco en comedias musicales de gran éxito en taquilla como Pero... ¿en qué país vivimos? (1967), Relaciones casi públicas (1968), Juicio de faldas (1969), Me debes un muerto (1971) o, ya sin Velasco, Cuando los niños vienen de Marsella (1974). Era habitual que en sus películas, además de contribuir copiosamente a la banda sonora, Escobar contara con escenas dedicadas a la interpretación de sus grandes éxitos, algunos como El Porompompero (Entre dos amores, 1972) o La minifalda (Todo es posible en Granada, 1982).

También rodó con Mariano Ozores En un lugar de la Manga (1970; de nuevo con Concha Velasco) y Donde hay patrón (1978), así como Me has hecho perder el juicio (1973) con Juan de Orduña. Todas ellas han quedado como claros epítomes del subgénero posteriormente conocido como españolada. Su último papel cinematográfico fue en el remake Todo es posible en Granada (Rafael Moreno Marchent, 1982), donde interpretó muchos de los éxitos musicales de su carrera.

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