Los examinadores no ven viable la nueva prueba práctica que propone la DGT

  • Con el nuevo modelo de Tráfico para adaptarse a la normativa europea cada examen práctico durará media hora.
  • El colectivo asegura sentirse "al borde de su capacidad".
  • La asociación de examinadores ha logrado que la DGT reduzca a 13 el número de exámenes diario, menos de lo previsto en un principio.
Un coche de autoescuela.
Un coche de autoescuela.
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Un coche de autoescuela.

La Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) considera "inviable" llevar a cabo los nuevos exámenes de conducir prácticos, que la DGT ha comenzado a probar en siete provincias, con la carga de trabajo que soportan los examinadores, ya que la nueva prueba es más larga y el colectivo se dice, actualmente, al borde de su capacidad.

Con el número de pruebas que nos asignan para "este protocolo es inviable poder llevarlo a cabo". Simplemente, por una operación aritmética, no cuadra", ha señalado el presidente de Asextra, Joaquín Jiménez, quien ha explicado que la DGT, después de la presión ejercida por la asociación, ha establecido que cada examinador realice 13 exámenes por día, menos de lo que algunas jefaturas de tráfico habían previsto en un principio.

No obstante, los examinadores, que en general no están en contra del nuevo examen, advierten de que con el actual número de funcionarios examinando continúa siendo "inviable", pese a la reducción, llegar a esa cifra de pruebas diarias, ya que, con el nuevo modelo que Tráfico pretende desarrollar para adaptarse a la normativa europea cada examen práctico durará al menos 30 minutos.

En este sentido, Jiménez ha señalado que además de los 25 minutos que como mínimo el alumno debe estar conduciendo, hay que sumar cinco minutos en los que el examinador se presenta y explica en qué va a consistir el examen, antes de desarrollar la prueba, e informa al alumno en qué ha fallado, al término de la misma.

Además, a esta media hora habría que añadir las maniobras con el coche detenido, como la colocación de espejos y las "incidencias" que ocurren durante los exámenes, que también llevan tiempo.

"Si realmente se pretende aumentar la calidad en los exámenes, ¿Cómo puede la DGT poner en marcha una experiencia piloto en la que obliga a los examinadores a realizar un número de pruebas diarias que exceden de su jornada ordinaria de trabajo?", se preguntan los examinadores, que ya recurrieron ante lo Contencioso-Administrativo el Reglamento General de Conductores de 1997, que establecía un tiempo de examen práctico de 25 minutos.

El examen no acabará al primer error

Hasta ahora, los examinadores sacaban adelante el volumen de trabajo porque, en algunos casos a lo largo de su jornada, el alumno cometía una falta grave que interrumpía el examen, por lo que la duración de la prueba era menor de 25 minutos.

Sin embargo, entre las novedades del nuevo examen figura una duración mínima de 25 minutos conduciendo, lo que significa en la práctica que no porque en el primer minuto se cometa una falta eliminatoria, como saltarse un semáforo en rojo, vaya a finalizar el examen, ya que la intención es valorar la prueba como un todo.

De hecho, con el nuevo sistema, que ha comenzado ya a ensayarse o lo hará próximamente en Burgos, Segovia, Gran Canaria, Sevilla, Navarra, Madrid y Barcelona, la prueba sólo se suspenderá en tres supuestos: una falta eliminatoria que entrañe peligro, la intervención del profesor o la manifiesta impericia del examinado, lo que se reduce, según explica el presidente de Asextra, a que el examinador detecte que hay "un cierto peligro".

No obstante, pese a que los examinadores están de acuerdo con la filosofía de valorar toda la prueba, también advierten una cierta "contradicción" en el protocolo, porque tal y como se ha empezado a probar en algunas provincias como Sevilla, aunque el examen no se detenga, si el alumno ha cometido una falta eliminatoria, ya está suspendido "haga lo que haga", lo que "difícilmente" entienden los alumnos, "pues se juega con sus ilusiones y expectativas".

Además, los examinadores señalan que "esta prolongación innecesaria de los exámenes no ayuda en nada a prevenir las conductas violentas" que el colectivo viene sufriendo "en los últimos tiempos en forma de insultos, amenazas e, incluso, agresiones" al comunicar a los alumnos que han suspendido la prueba.

Proponen un nuevo baremo

Por ello, los examinadores abogan por modificar el actual sistema de baremación de exámenes de Tráfico, que incluye faltas que al cometerse implican el suspenso del alumno, por otro sistema en que el examinado tenga un crédito inicial de puntos y en función de las faltas que vaya cometiendo se le vayan quitando puntos de ese crédito, de tal forma que suspenda a aquel que, al final del examen, no tenga ya puntos.

Por último, los examinadores recuerdan que, según el actual Reglamento General de Conductores, no están obligados a explicar al alumno el resultado de su examen hasta el 19 de enero de 2013, aunque actualmente ya haya examinadores que lo hagan voluntariamente, por lo que tampoco se puede obligar, como se pretende con el nuevo examen, a dar estas explicaciones a menos que se reforme el reglamento.

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