Artes

Oleg Dou explora la frontera "entre lo hermoso y lo repulsivo"

Una de las fotos intervenidas del artista ruso
Oleg Dou

"Lo primero que recuerdo de mi vida es que me electrocuté con dos años", dice el críptico artista ruso Oleg Dou (Moscú, 1983).

Explora en sus obras, emotivas de un modo hermético, la frontera entre dibujo y fotografía. Elige a sus modelos por cásting, los fotografía en sesiones que duran menos de una hora -a veces tan solo unos minutos- y después pasa retocando las imágenes un par de semanas o varios meses.

La piel de los niños y adolescentes que abundan en sus fotos parecen una piedra pulida: perfecta y suave en un marco de luz blanca. A pesar de la artificiosidad del aspecto de los retratados, Dou dice que con su arte quiere enseñar al ser humano en un estado puro.

Aunque tiene series de adultos, la mayoría de sus colecciones de fotos intervenidas muestran a niños: "salen mejor con expresiones inusuales que contentos y sonriendo como en los anuncios".

Unas orejas de cordero, una máscara de Batman roja, un gorro de baño...

Admirador de los grandes clásicos de la pintura, "pero sobre todo de Francis Bacon", busca un resultado que oscile "entre lo hermoso y lo repulsivo". Se esmera en la perfección del color y la luz para luego corromper la belleza con expresiones o atrezos extraños: unas orejas de cordero, una máscara de Batman roja, un gorro de baño...

Cubs (Cachorros) es la serie que ha elegido para ilustrar su trabajo en 20minutos.es. La expresión de los modelos -con cuernos de ciervo, orejas de conejo y nariz de cerdo- es seria y melancólica. Su inspiración es meramente vivencial: "me inspiré en recuerdos propios de carnavales en los que tomé parte en la infancia. Nunca me gustaron. Me sentía incómodo. Eso es lo que quería expresar en este trabajo".