Cantabria

Arasti asegura que el Gobierno "no va a aceptar" decisiones sobre el nuevo carril reversible que perjudiquen a Cantabria

Eduardo Arasti
EUROPA PRESS

El consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Eduardo Arasti, ha advertido este miércoles que el Gobierno de Cantabria "no va a aceptar desde ningún punto de vista" que se tomen decisiones sobre la puesta en marcha del nuevo carril reversible en la A-8 que "perjudiquen" a los cántabros.

En declaraciones a los medios de comunicación, y tras participar en la apertura del tramo que faltaba para acabar de unir la S-10 y la S-20 en Santander, Arasti ha censurado de nuevo la decisión que el martes tomaron en Bilbao representantes de la Dirección General de Tráfico y del Gobierno vasco de iniciar el próximo 25 de septiembre las pruebas del nuevo carril reversible de retorno de la A-8.

En este sentido, el consejero ha exigido que, en cualquier decisión que se tome sobre este asunto y que afecte a Cantabria, debe estar presente el Gobierno regional.

"Cualquier decisión que se toma, sea incluso buena o mala, como en este caso ha constado el estudio de la UC (Universidad de Cantabria), siempre tiene que ser tomado lógicamente con representantes del Gobierno de Cantabria", ha dicho el consejero, quien ha criticado que éstas se tomen en Vizcaya y por representantes del Gobierno vasco, algo que, a su juicio, "no es lógico".

Arasti ha apelado al "sentido común" y a la "coordinación" entre todas las administraciones. En este sentido, ha explicado que el Gobierno de Cantabria asistió ayer por la tarde a la reunión con el delegado del Gobierno en la comunidad, Agustín Ibáñez, para hablar de la resolución tomada en Bilbao por "respeto institucional" pero sigue reclamando la participación del Gobierno de Cantabria en estas decisiones.

Por otra parte, Arasti se ha vuelto a referir a las consideraciones del estudio elaborado por la UC, que —ha dicho— "demuestra" que la decisión adoptada "no es la adecuada" puesto que "no soluciona en modo alguno el problema" y va a dejar unos niveles de prestaciones "bastante malos" en la A-8.