Pontevedra

Las quejas de urbanismo desbordan al Valedor

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Moncho Fuentes
La vivienda da cada vez más quebraderos de cabeza a los gallegos. Y no sólo por el elevado precio para adquirir una, sino por los acabados, los plazos de entrega y las licencias. Y este malestar llega cada vez con más frecuencia a la mesa del Valedor do Pobo: en un solo año estas quejas crecieron un 41%, pasando de 121 en 2003 a 171 en 2004.A la espera de que salga el último informe de esta institución (que se presentará en próximas semanas en el Parlamento gallego), sus responsables aseguran que este año esperan también más denuncias sobre urbanismo. «Cada año van a más», afirman. A la oficina del Valedor (situada en la calle Hórreo, 65, en Santiago) llegan sobre todo quejas de personas que denuncian defectos de construcción en viviendas de protección pública, ya que no responden a las calidades ni a los materiales pactados en un principio.

También son frecuentes las de retrasos en la concesión de ayudas para rehabilitar viviendas. En el medio rural, los gallegos protestan al Valedor sobre todo por la ocupación de caminos y otras zonas comunes. Sin embargo, las quejas que llegan de las ciudades hacen referencia a la pasividad de los ayuntamientos para paralizar obras sin licencia o para abrir expedientes.

Licencias polémicas, como en Nostián

La planta de residuos de Nostián, en A Coruña, también fue objeto de una queja de un vecino de la zona. Éste acudió al Valedor para denunciar que la empresa, además de causar mal olor en el barrio, no había tramitado la pertinente licencia de la Xunta.

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