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El tabaco baja sus precios por el contrabando y el menor consumo

Paquetes de tabaco en una máquina dispensadora.

Tres batallas en un mes y la guerra podría no haber terminado. Las principales tabaqueras que operan en España (Altadis, Philip Morris, JTI y BAT) están inmersas en una guerra de precios que ha llevado a un descenso medio de 0,20 euros por cajetilla y que en algunos casos ha llegado a 40 céntimos. Por poner un ejemplo, una cajetilla de Marlboro –marca de Philip Morris– ha pasado de 4,25 a 3,85 euros.

La declaración de la guerra comercial viene precedida de datos demoledores para el sector. La entrada en vigor de la Ley Antitabaco (2 de enero) ha conseguido que los españoles fumen menos. Según la Asociación Empresarial del Tabaco, solo en los primeros tres meses del año la venta de cajetillas cayó un 25%. Mientras, el contrabando ha crecido hasta suponer un 5,8% de la venta de cigarrillos rubios en los dos primeros meses de 2011, castigando especialmente a Cádiz o Gibraltar y regiones portuarias.

Estos datos dejan en una situación delicada a las arcas públicas, ya que Hacienda recaudó 150 millones menos en impuestos el primer trimestre del año con respecto al mismo periodo de 2010. Y, según expertos consultados por 20 minutos, este es uno de los ejes de la lucha de las tabaqueras, que pretenden echar un pulso al Estado para cambiar el sistema de carga fiscal (actualmente, el total de impuestos suponen alrededor del 80% del precio final).

"Las tabaqueras no pierden mucho beneficio, porque un elevadísimo porcentaje se lo llevan los impuestos. Ellas quieren más mercado y forzar al Estado a incrementar la presión sobre las marcas más baratas", sostienen estas fuentes. Por ello buscan que se incremente el impuesto mínimo para que las llamadas marcas 'low cost' tengan más difícil sobrevivir con precios bajos, algo que fuentes de la industria niegan. Es decir, como apuntan los expertos, que gana el consumidor y pierden los estanqueros, algo las propias marcas y, sobre todo, Hacienda. De seguir así, dejaría de recaudar en 2011 unos 1.000 millones.

Los cigarrillos y el bolsillo

Tabaqueras al margen, el bolsillo del consumidor también maneja sus propios números. Fumar una cajetilla al día –por ejemplo, Camel Filter Box 20, a un precio de 3,60 euros– implica un gasto mensual de 108 euros. Es decir, un mileurista dedicaría una décima parte de su nómina a la nicotina. Un fumador con esta media se dejaría alrededor de 1.300 euros al año en tabaco. Con Marlboro (3,85 euros), el gasto se elevaría hasta los 1.400 euros.