Nuevos trastornos psicológicos: tecnodependientes, tecnófobos, tecnoestresados y tecnoadictos

  • Las nuevas tecnologías crean diferentes trastornos psicológicos específicos.
  • Una de cada tres personas sufre estrés laboral con los aparatos digitales.
  • El tecnodependiente lo pasa mal cuando está horas sin móvil o sin Internet.
Una persona navega en Internet a través de un dispositivo móvil.
Una persona navega en Internet a través de un dispositivo móvil.
REUTERS
Una persona navega en Internet a través de un dispositivo móvil.

Las nuevas tecnologías, que tantas ventajas suponen, crean sin embargo trastornos psicológicos específicos, ya sea por abuso, por miedo o por inseguridad.

La moderna psicología ya ha puesto nombre a estas tipologías: tecnodependientes, tecnoadictos, tecnófobos y tecnoestresados.

Respecto a estos últimos, dos de cada tres personas confiesa tener problemas con los aparatos digitales y una de cada tres admite haber sufrido estrés laboral con las nuevas tecnologías.

El catedrático de Psicobiología en la Universidad de Murcia, José María Martínez Selva, lo llama "Tecno-estrés", y así ha titulado el libro donde analiza este fenómeno e intenta orientar a quienes lo padecen.

Estas tecnologías generan casos de ansiedad y mala adaptación por parte de muchas personas, generalmente de edad media o avanzada, aunque también los casos de tecnoadicciones entre los jóvenes y los riesgos de ciberacoso que generan las redes sociales.

Entre los grupos más sensibles al tecnoestrés laboral se hallan personas a partir de la cuarentena que "han desempeñado actividades profesionales competentes y, de repente, la llegada de las nuevas tecnologías les ha supuesto reaprender una nueva forma de trabajar y acostumbrarse a cambios muy rápidos en las aplicaciones y en los sistemas informáticos".

Del "tecno-estrés" a la "tecnofobia"

Muchas de estas personas se encuentran "con un exceso de datos e información, que les dificulta concentrarse en su trabajo", además de padecer una extensión de la jornada laboral, al ser localizables en cualquier momento gracias a los dispositivos móviles.

De hecho, el 65% de la población confiesa que tiene problemas de cuando en cuando con sus instrumentos de trabajo tecnológicos, y un 35% reconoce haber sufrido estrés laboral.

Cuando una persona se "tecnoestresa" mucho puede llegar a volverse tecnófoba, y pasar a rechazar de plano las nuevas tecnologías, incluso instrumentos tan comunes como los móviles.

Consejos para no convertirse en un tecnófobo

  • Adopta una actitud positiva, como de juego, ante las nuevas tecnologías.
  • No intentes aprender todo de una vez.
  • Habla de estas dificultades con amigos ya iniciados.
  • Denunciar los abusos de algunas aplicaciones cuando sea necesario.
  • Fomenta las relaciones humanas.
  • Aprende a "desconectar" de verdad fuera del trabajo.

En el ámbito opuesto a los tecnoestresados y tecnófobos, se encuentran los tecnodependientes y tecnoadictos, generalmente personas nacidas a partir de 1980 que manejan los ordenadores con mucha facilidad y que mantienen gran parte de sus relaciones en las redes sociales.

Así, el tecnodependiente, sería "una persona que se ve obligada a estar continuamente conectada, ya sea por su trabajo o por sus relaciones sociales", y que lo "pasa mal cuando permanece horas o días sin teléfono móvil o sin conexión a internet", llegando a "estar irritable y a tener síntomas depresivos".

Más preocupante sería el caso de los "tecnoadictos" patológicos, generalmente aficionados a los videojuegos online que pueden pasar horas y días enteros dedicados a ellos, creando graves problemas en sus relaciones sociales y familiares, así como en su vida laboral y que "requieren tratamiento psicológico y atención especializada".

En el campo de la tecnodependencia, se observan diferencias entre sexos, ya que "las chicas suelen ser mas dependientes de los sms o los foros", y los chicos más de los videojuegos", indica el autor.

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