Cine

Los hermanos Dardenne, una apuesta segura para Cannes

Los directores belgas Luc (derecha) y Jean-Pierre Dardenne (izquierda) y los actoresCecile de France  y Thomas Doret en el estreno de su película.
EFE/IAN LANGSDON

Después de haberse convertido en fijos en los repartos de premios de los últimos años, los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne se han ganado a pulso la condición de comodín de la organización del festival de Cannes. No importa lo que rueden, la cinta de los Dardenne es un tiro seguro al que más vale apostar a tiempo para sacar provecho. No en vano ya coleccionan dos palmas de oro y en esta edición tienen números para volver a colarse en el palmarés del próximo domingo.

Aunque la proyección oficial fue el pasado domingo, los Dardenne siguen metidos en el fregado promocional de las entrevistas para seguir vendiendo su producto de la mejor manera posible, como si no fuera suficiente con lo que mostraron en pantalla hace escasos días. Una cinta más optimista que de costumbre y que defienden, sencillamente, como un cambio de rutina: "Si hemos hecho una película que pueda ser más luminosa que las últimas es porque nos apetecía. Y porque en la vida no todo son malas noticias, existe un equilibrio".

Le gamin au vélo, que podríamos traducir aquí como El chaval en bici y que ya tiene distribuidora en España, puede remitir directamente por su título, y por su concepción a El ladrón de bicicletas. Pero los hermanos lo desmienten rotundamente: "Sí, entendemos que parece un homenaje pero en ningún momento nos basamos en la cinta. Aunque hay elementos similares que remiten a la italiana, no tiene nada que ver".

El chaval en bici cuenta la historia de un niño abandonado por su padre que encuentra refugio en una madre adoptiva. Una historia de personajes, muy simple, y que siempre estuvo en mente de los realizadores. "Nuestra idea era hacer la historia lo más simple posible. Muy pocos personajes, muy pocas localizaciones. Hemos dado a la película una estructura parecida a la de un cuento", admiten. Y no andan muy desencaminados ya que a lo largo de la historia hay varios personajes que remiten claramente a la estructura del cuento clásico.

Una historia de amor diferente

Pero el mensaje principal que quieren lanzar con su nuevo trabajo es que se trata de una historia de amor. No una historia convencional, pero una relación en la que sus protagonistas se salvan a través del amor. Cyril, el joven abandonado por un padre que no quiere saber nada de él, y Samantha, una peluquera que se topa con el niño en la consulta de un médico y que decide hacerse cargo de él. "Nos interesa la relación entre Cyril y Samantha. Es una relación de amor en la que cada uno se necesita al otro para salvarse", contesta Jean-Pierre.

Después de un largo rodaje que incluyó más dos meses de preparación a pesar de ser una cinta, en apariencia, sencilla -"es nuestro destino, nuestro sello personal"-, los Dardenne se plantan en Cannes, una plaza en la que llevan una docena de años cosechando premios. Desde 1999, cuando consiguieron su primera palma de oro con Rosetta, hasta la actualidad no hay edición en la que hayan participado que no les haya reportado algún reconocimiento. La segunda llegó hace seis años con El niño y en 2008, su última aparición, se hicieron con el mejor guión por El silencio de Lorna. Si tuvieramos que jugarnos nuestros ahorros para apostar por algún premio este domingo, los Dardenne deberían ser la primera opción.

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