Si la vida siempre puede sorprenderte, en Nueva York, probablemente, pueda sorprenderte aún más. Por algo es la ciudad de las oportunidades, la ciudad que nunca duerme, la ciudad que sostiene entre sus rascacielos, calles, parques y rincones cinematográficos la promesa de un sueño americano… que no siempre se cumple. “Nueva York tiene algo que te dispara la fantasía y muchas veces no es más que pura fantasía, crees que pueden suceder cosas que en realidad están más allá de los límites racionales”, dice Elvira Lindo. “Esta ciudad tiene el don y el pecado de provocar delirios, de encender ilusiones y engañar a los más incautos. Unos se dan cuenta, reaccionan y se deciden a tiempo a tomar un camino paralelo; pero hay otros que se quedan enrocados en lo que fuera un sueño juvenil.”
Eso es lo que cuenta La vida inesperada, la segunda película de Jorge Torregrossa (Fin), “una comedia agridulce, melancólica” escrita por Elvira Lindo y protagonizada por Javier Cámara, Raúl Arévalo y Carmen Ruiz que estos días afrontan la recta final de las cuatro semanas que van a pasar rodando en Nueva York, contagiándose de sus vibraciones, de su dureza y de su energía, comprendiendo así mejor a sus personajes que, como dicen todos, están basados en “personas reales” que habitan la ciudad. Como ellas, Juanito (“el catalizador de las demás voces”, según Lindo), llegó un día a la Gran Manzana con un sueño “ser un gran actor aquí, pero han pasado 12 años y su sueño aún no se ha cumplido”, nos cuenta Javier Cámara de su personaje. “Trabaja como actor, pero sobrevive a partir de miles de trabajos, está metido en esa dinámica de la supervivencia”, dice Jorge Torregrossa. “Porque ésta es una ciudad maravillosa, pero también es muy dura”.
Como Ryan Gosling por su casa
Justo en ese momento de decidir hacia dónde seguir con su vida, aparece en Nueva York su primo, el Primo (sin nombre), interpretado por Raúl Arévalo: “Un chico de ciudad, con una vida medio hecha en España, que tiene un tiempo libre y aprovechando que está su primo allí se marcha”. “Me siento como si fuéramos Ryan Gosling y Philip Seymour Hoffman por la calle”, dice Arévalo de esta experiencia en la gran ciudad [risas]. “Los dos son una especie de ‘extraña pareja’, como Oscar y Félix, en la obra de Neil Simon, cada uno ve la vida desde un lugar completamente distinto y se van a encontrar en dos encrucijadas vitales, en Nueva York, tierra de posibilidades y de que las posibilidades no den frutos”, cuenta Jorge Torregrossa, de esta historia que iba a ser su primera película, desde que leyó el guión en 2009 y se quedó atrapado: “Está muy bien escrito, es una comedia pero también tiene una carga dramática importante, y luego era la oportunidad de volver a Nueva York a rodar”.
Torregrossa sabe muy bien de lo que habla. A él, que vivió casi 10 años en Nueva York, formándose como director, le tocó muy de cerca. “Es una historia muy bonita porque habla de gente real a la que le pasan cosas que le pasan a la gente real. Cuando vives aquí, conoces a mucha gente que ha pasado por lo mismo que pasa Juanito”. O que pasa a Sandra, el tercer vértice de estos españoles por el mundo, interpretada por Carmen Ruiz. “Sandra lleva aquí seis años. Juanito y ella son amigos, son como familia… Trabajan en el Repertorio español (el off off Broadway) y tienen una relación muy especial. Pero ella es más positiva, muy luminosa y se deja llevar más por el camino que le está llevando la vida”. Junto a ellos tres estarán Tammy Blanchard y Sarah Sokolovic, dos actrices norteamericanas, que serán cruciales en las decisiones que tomarán Juanito y el Primo.
En ese teatro, por cierto, rodado en Staten Island, interpretarán piezas de Lorca, Mihura y una zarzuela cómica, Katiuska, que funcionarán como metáfora de la vida de estos personajes. “Para mí que el teatro es lo que más me llena, ha sido muy especial rodarlo, además las escenas están muy bien escogidas y hablan mucho de lo que les está pasando a todos”, cuenta Carmen Ruiz que repite con Jorge Torregrossa tras Fin.
Rodar en la ciudad de Woody Allen“Nueva york hace mucho de personaje, la historia es muy neoyorquina, no es sólo un escenario donde están pasando las cosas”, dice Jorge Torregrossa, en un café en el cruce de Lexington Avenue con la calle 58, no muy lejos de donde a Marilyn Monroe se le levantaron las faldas en La tentación vive arriba. Hoy ruedan allí imágenes de oficina, de calle, pero ya han pasado por Grand Central Station, por Staten Island (“Justo donde rodé Desire, uno de mis primeros cortos”, dice Torregrossa), por diners de Brooklyn, cerca del puente… Todos lugares icónicos, reconocibles, aunque jamás hayas pisado la ciudad. “He intentado evitar la postal turística –explica el director–, pero hay muchas cosas inevitables… Cuando estás haciendo una comedia agridulce sobre personajes y relaciones es imposible que no pienses en Woody Allen, tú mismo o el espectador. Y la tentación a homenajear está ahí y quizá sucumbamos…”, y sonríe. “Yo creo que ya estaba en la mente de Elvira cuando ella lo escribió, yo lo leí y pensé en las pelis clásicas de Woody”.
Os ofrecemos una galería de fotos del rodaje de La vida inesperada.
La vida inesperada se estrenará el 13 de diciembre de 2013.
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