'El señor de los anillos' en Amazon: cinco temporadas, mil millones de presupuesto y... ¿Peter Jackson?

"Mi tesorooo...". No sabemos si los ejecutivos de Amazon están cegados por el brillo del Anillo Único pero hay algo seguro: el nuevo proyecto de adaptación de la obra de J.R.R. Tolkien que tienen entre manos es su gran apuesta para lanzarse definitivamente como productores de ficción audiovisual. Y están dispuestos a que se note también con las cifras que están en juego. Según publica The Hollywood Reporter, tras una dura negociación con HarperCollins y New Line Cinema por los derechos de adaptación de la Tierra Media, en los que también estaba muy interesada Netflix, la empresa de Jeff Bezos acabó cerrando el trato por 250 millones de dólares.

Según especula la cabecera, eso implica que una vez que se ponga en juego el proceso de producción, con los gastos de casting, construcción de decorados, rodaje, postproducción y efectos especiales que se presuponen a un proyecto de fantasía épica de este tipo, el presupuesto total de la operación bien podría superar los mil millones de dólares. Otro punto importante del contrato implica que Amazon se compromete a realizar un mínimo de cinco temporadas de la nueva serie de El señor de los anillos. Y la producción debe ponerse en marcha dentro de menos de dos años.

Hay otro aspecto interesante del acuerdo alcanzado por Amazon. New Line Cinema, y su compañía madre Warner Bros., no disponen de los derechos de adaptación televisiva de la obra de Tolkien, sino exclusivamente cinematográfica. No obstante, según el informe de THR, es posible que Amazon utilice parte de ese material filmado por Peter Jackson. ¿Qué significa esto? Aún es pronto para plantear todas las implicaciones, pero también se dice que el abogado del cineasta neozelandés ha colaborado para crear un diálogo entre Jackson y Amazon. No, ver al director acreditado de alguna forma en la próxima serie no está fuera de la mesa.

Acabe como acabe esta aventura, ya está claro que El señor de los anillos de Amazon se convertirá en la producción más ambiciosa (y cara) de la nueva era de la televisión vinculada al contenido bajo demanda.