A Coruña

Los coruñeses nos deshacemos de 30 toneladas de basura al día

Los coruñeses enviamos todos los días 30 toneladas de basura a la planta de residuos de Nostián. Tocamos, por cabeza, a una media de 1,23 kilos de residuos, según los últimos datos del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento.

Nuestras bolsas de basura pesan menos que la del español medio, que es de kilo y medio diario. Una diferencia que, en opinión de los técnicos municipales, tiene que ver con nuestra condición de ciudad costera y de servicios: aquí nos alimentamos más de productos frescos que en otros lugares, donde los desperdicios de la comida envasada llenan los contenedores de los vecindarios.

Hace 40 años, cuando nuestra comida no venía envuelta por plásticos, sólo tirábamos medio kilo al día.

Amarillos y verdes

Para depositar nuestra dosis diaria disponemos de dos clases de recipientes: uno para restos inorgánicos (plásticos, latas, etc.), de tapa amarilla,  y otros, verdes, para inorgánicos (comida...). Entre ambos suman 8.374 unidades.

Sin embargo, los coruñeses todavía no hemos aprendido la lección: el 30% de lo que se tira en los contenedores amarillos debería estar en los verdes.

Cartón, vidrio y pilas

Tampoco estamos muy duchos en el reciclaje de otros desperdicios. A pesar de los 509 depósitos específicos, no es extraño ver contenedores amarillos desbordados por pilas de cartón.

Más concienciados estamos con el vidrio –para el que hay 474 contenedores,– o las pilas, uno de los restos más contaminantes.

Podemos depositar las baterías usadas en 900 tiendas de la ciudad, además de en los hipermercados Makro, Alcampo y Carrefour.

Lo más a mano

Si no encontramos un contenedor de los anteriores a mano, no hay excusa: tenemos 7.065 papeleras. Un número que el Ayuntamiento prevé aumentar con las nuevas zonas residenciales, como la de Mesoiro.

Entre sus próximos objetivos, también está el de indentificar los más de 6.000 contenedores repartidos en negocios y supermercados.

Eficaces, pero algo molestos

El reparto de contenedores abarca toda la ciudad aunque haya que enterrarlos, como en la Ciudad Vieja. Pero su ubicación genera algunas críticas entre los ciudadanos. «Los conductores dicen que ocupan muchas plazas de aparcamiento, y los comerciantes creen que están situados muy cerca de sus negocios», afirma José Antonio Folgueira, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos. «Algún día –opina– estarán todos bajo el suelo».