La estética 'ultra' y la 'Cayetano' ¿son ambas reflejo de tribus urbanas?

"Los prejuicios son peligrosos pero funcionan mejor que el azar", la frase es de Marcos Vázquez (@fitnessrevolucionario), uno de los divulgadores de estilo de vida más importantes de nuestro país. Me ha venido a la cabeza estos días en los que se ha repetido machaconamente la expresión "de estética ultra", en relación a las concentraciones frente a la sede del PSOE de esta semana.

Pero ¿de qué estética hablamos? A saber, bomber negra, pantalón oscuro, botas y cara cubierta. Quizá algún parche de partidos ilegalizados o incluso las famosas botas con punta de metal. El estilismo es el mismo aunque hay variaciones, por ejemplo, en el tipo de parches dependiendo de si se trata de un grupo de izquierdas o de derechas y si estuvieran en torno a un estadio de futbol, llevarían la bufanda de su equipo. Es lo que en jerga policial se conoce así, como "estética ultra".

Claramente, por mucho que intentemos negarlo, todos, en todo tipo de situaciones, prejuzgamos a las personas. Es decir, es más probable que pidamos la hora a alguien que se asemeja estéticamente a nosotros que a un tipo con un look muy distante al nuestro.

Es una explicación, de una manera mucho más rudimentaria, de la sensación de pertenencia estética que han dado siempre a los miembros de las famosas tribus urbanas, ligeramente desdibujadas en este siglo XXI. Estas agrupaciones, mayoritariamente de jóvenes, tuvieron su apogeo en las décadas 60 y 70 del siglo pasado. En una época en que la esperanza de vida se empezaba a alargar y había que encontrar una identidad propia, sobre todo durante esos años en los que ya no eras un niño pero no te parecías ni de lejos a tus padres. Buscaban diferenciarse y crear lo que desde 1920 se hacía llamar 'subcultura'. Gente que compartía comportamientos, gustos, formas de vida o consumo y sobre todo una estética común que les hiciera sentirse parte de una unidad distinta y para ellos, mucho mejor. Mods, Teddy Boys, Punks, Hippies, Rockers o Skinheads… Sólo por nombrar algunos que nacieron en aquellos años y que han pervivido o pasado a la historia.

D.R.

La entrada en el siglo XXI provocó que muchas de estas tribus se fueran difuminando (aunque nacieron otras como los Geeks o los Otakus), sobre todo porque ciertas de las estéticas particulares de estos grupúsculos se popularizaron e hicieron mucho más difícil la identificación. Un ejemplo que seguro todos entenderemos con facilidad: Las botas Dr. Martens. Durante muchos años estuvieron reservadas para agresivos grupos de skins que aterrorizaron barrios de toda España durante unos convulsos años 90. Hoy 'las Martens' son piezas de moda y las encontramos en todos los colores y hasta con lentejuelas. Las llevan las niñas bien del barrio de Salamanca o los 'malotes' de extrarradio. Se han convertido en eso que los 'entendidos' en marketing llaman prendas transversales. Vale, las botas necesitan de un conjunto para decir una cosa u otra, pero ya no son patrimonio único de nadie.

Hoy 'las Martens' son piezas de moda y las encontramos en todos los colores y hasta con lentejuelas. Las llevan las niñas bien del barrio de Salamanca o los 'malotes' de extrarradio.

Sí podríamos decir que las tribus urbanas siguen existiendo, aunque de una manera menos subcultural y más puramente 'pertenencial' (si es que acaso esa palabra existiera). Me explico, junto a esos infiltrados de "estética ultra" de los que hablaba la Policía Nacional, las redes sociales comentaban que el resto de participantes en estas concentraciones eran unos 'Cayetanos', la manera moderna de llamar a los pijos de toda la vida. He dicho la palabra y ya todos os los habéis imaginado: pantalón beige, zapatilla Pompei, camisa oxford azul y chaleco acolchado. Ninguno de ellos tiene intención de no parecerse a sus padres o de subvertir el orden establecido, condiciones sine qua non para las primeras tribus urbanas, pero sin embargo sus maneras, acciones, sitios a los que van, música que escuchan o incluso universidades en las que estudian les convierten en un grupo social establecido e identificado principalmente por su estética. Por lo que sí, queridos, una vez más constatamos que #LaRopaHabla.

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