A una boda no se puede ir de blanco, ese es el único requerimiento de color y etiqueta que todos tenemos claro, clarinete. A partir de ahí, la cosa se complica y últimamente lo hemos podido comprobar en varios eventos. La Reina ha coincidido en color en dos de sus últimas apariciones. De azul en la Jura de su hija, y de rojo en la inauguración de la exposición de Picasso en el Reina Sofía. En esta ocasión compartía tonalidad con la presidenta de la Comunidad de Madrid y si me preguntáis creo que Díaz Ayuso se percató de la coincidencia y optó por permanecer con un poncho blanco durante el recorrido por las salas del museo. Quedaba raro, cierto, pero creo que más raro hubiese sido que las dos fueran vestidas prácticamente iguales. Un detalle por parte de la política, o quizá una solución acertada ya que las comparaciones estéticas, sobre todo si son con la Reina, son complicadillas.
Si me seguís desde hace tiempo ya tendréis interiorizado que la etiqueta social es una cosa muy flexible y que evoluciona con los tiempos. Lo que antes era lógico, guardar luto permanente tras el fallecimiento de un familiar, ahora es observado como una rareza. Y este es sólo un ejemplo de otros tantos y es que aunque el color tiene una importancia fundamental en el protocolo, raramente viene escrito en ningún sitio. Ni siquiera en las invitaciones por mucho que esté sorprendiendo a todo el mundo en general después de las dos anécdotas con las que encabezo esta columna. Y no, tampoco hablan de esto los correspondientes departamentos de protocolo antes de un evento. Entre otras cosas porque puede ser que muchas veces el look final se elija minutos antes.
Lo que antes era lógico, guardar luto permanente tras el fallecimiento de un familiar, ahora es observado como una rareza
Cuando se recibe una invitación a un acto (de uno super formal o de la fiesta de tu prima) se suele acompañar de muchas indicaciones; la hora, el día, el sitio, el motivo de la fiesta y normalmente también la etiqueta. Toda esta información es valiosa para que vayas al lugar correcto y también, para que te vistas de forma correcta. Ojo, cuidado, esto no quiere decir que te vayan a dejar en la calle si no cumples con lo que pone, pero ya sabéis, la educación suele ser una buena carta de presentación. Así que si alguien se ha currado una fiesta de disfraces, pues no sé, ponte aunque sea un gorrito del bazar de la esquina. Además, lo bueno de que te digan cómo vestir es que vas a ir acorde al resto y por tanto te sentirás cómodo y podrás disfrutar del sarao. Ser el único en vaqueros en un sitio de 'tiros largos' puede ser pelín incómodo si no eres de los que gusta de llamar la atención.
Pero a lo que íbamos, que me despisto, a no ser que el código de etiqueta sea uno de esos modernos (y generalmente relacionados con eventos de marca) del tipo 'sparkling pink', los colores no se mencionan. Hay que tirar de sabiduría popular y tradición. Por ejemplo, no vayas a un casamiento en Italia vestida de morado, allí es el color de la mala suerte. O no te vistas de blanco en un evento festivo en china porque es para los funerales. Como no tienes que saber de todo, ante la duda, pregunta. A nadie le va a extrañar.
¿Has reservado tu color?
Hace poco Beatriz Arango, una de las periodistas de moda más conocidas de Colombia, me contó que en su país las invitaciones están evolucionando y en el apartado de dress code ahora sí que se empiezan a mencionar colores pero… para algo sorprendente: ¡Para reservarlos! Es decir que si te invitan al aniversario de tu vecina puede ser que te encuentres con una frase que ponga "Etiqueta formal. Reservados granate y verde". Esto quiere decir que ni se te ocurra llevar ninguno de estos tonos, porque probablemente sean los que se van a poner los anfitriones. Ojo que pueden 'reservar' tipos de estampados, incluso.
Sinceramente todavía no tengo muy claro qué pensar a este respecto. Lógicamente evitan momentos fotogénicamente raros, como ver a Armengol y a la Reina empastando y haciendo de escuderas de la Princesa Leonor, pero por otro lado me parece que precisamente hacen lo contrario para lo que estaban diseñadas las indicaciones de etiqueta: facilitar la vida a los invitados. No sé, ¿tú qué opinas?
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