Esta madrugada, el mundo vivía un cambio histórico: Claudia Sheinbaum, miembro fundador del partido Morena, se convertía en la primera mujer presidenta de México y Norteamérica. Con un 58 % de los votos, conseguía la mayoría absoluta por delante de Xóchitl Gálvez (Fuerza y Corazón por México) y Jorge Álvarez Máynez (Movimiento Ciudadano).
Si bien en España no es tan conocida, en México es toda una leyenda en política. Desde los 80, fue militante en partidos de izquierda mientras estudiaba física e ingeniería energética y ambiental en la universidad, donde formó parte de los movimientos estudiantiles. Entró por primera vez a un partido político a principios de la década de los 2000 y, en 2015, ganó la alcaldía de Tlalpan, la delegación de Ciudad de México donde creció, convirtiéndose así en la primera alcaldesa.
Ahora, la mexicana ha vuelto a hacer historia cuando el próximo 1 de octubre suceda a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reforzando la mayoría absoluta tanto en el Senado y la Cámara de Diputados, poniendo en valor el lugar de la mujer en la política. "No llego sola, llegamos todas. Con nuestras heroínas que nos dieron patria, con nuestras ancestras, con nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas", decía en su primer discurso tras las elecciones.
El significado oculto en el look de Claudia Sheinbaum
"México ya no se escribe con M de machismo (…) se escribe con M de madre y M de mujer", dijo hace un año Claudia Sheinbaum, y es que para la actual presidenta, el feminismo ha sido un pilar fundamental tanto en su carrera como en su vida, y así lo ha reflejado en su vestuario.
Que Sheinbaum haya escogido este look para anunciar su victoria no es casualidad. Por la mañana la veíamos con un conjunto de chaqueta y pantalones de traje blanco y negros para ir a votar, transmitiendo una imagen serena y de paz, pero con fuerza. Sin embargo, en su comparecencia tras los resultados, apareció con un estilismo formado por un vestido y chaqueta con flores bordadas, que es más de lo que parece a simple vista.
Lo que más llama la atención es el 'outfit' monocromático en morado, un color con mucho significado que, además de estar asociado con el lujo, el poder, la sabiduría, la creatividad y la magia según la psicología del color, es la tonalidad que representa al feminismo. En sus orígenes, el movimiento sufragista usaba un código de tres colores para representarlo, el verde, el blanco y el morado, que en inglés comparten las mismas iniciales que el lema de las sufragistas: 'give woman the vote' (dadles a la mujer el voto), que coincide con 'green, white y violet' (verde, blanco y violeta). A estos colores le dieron un significado: el blanco era la pureza, el verde la esperanza y el morado, la libertad.
Con el paso de los años, el morado fue el que se acabó imponiendo como representante del feminismo y actualmente lo podemos ver en los looks de las mujeres que abogan por esta causa, como Claudia Sheinbaum en México o Irene Montero en España.
El conjunto estaba adornado con una serie de bordados, tanto en la chaqueta como en el vestido, de flores de inspiración mexicana, rindiendo homenaje a su país natal y afianzando su compromiso con México, ahora que se ha convertido en su próxima presidenta.
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